Dios, ayúdame a recordar,
tu mirada de amor en los momentos duros,
el sonido de tu voz, ese suave susurro en medio de las tormentas,
tu abrazo de bienvenida cuando me recibiste por primera vez,
la intensidad con la que amas,
la paz que se siente cuando estás,
la seguridad que tienen tus palabras, que afirman lo que importa en la eternidad.
Ayúdame a recordar como disfrutar conversar en cualquier lado, que la gente mire raro porque piensan que hablo sola, o esos momentos en los que solamente con contemplar el cielo podía hacer esos suspiros tan largos y decirte "te amo" sin agregar nada más.
Ayúdame a recordar aquello que me enseñaste en lo íntimo, cuando sufría en silencio y lloraba sin consuelo.
Ayúdame a recordarte que eres mi Papá, que eres mi Señor, que lo diste todo.
Ayúdame a recordar que soy tu hija y que puedo regresar aunque haya olvidado el camino.
Amado, ayúdame a recordar lo mucho que te amaba, que estaba dispuesta a dar la vida por causa tuya.
Papá.
Ayuda.
Ayúdame a recordarte.
Sé que no me olvidaste, yo tampoco a ti. Pero necesito recordar que solo basta con verte para llorar de amor intenso, ese amor que olvide pero que tú nunca abandonaste.
ESTÁS LEYENDO
Cartas para Dios
SpiritualCartas de quien no merecía nada para Aquel que lo dio todo por mí; quién es tan complejo que no entra en un adjetivo y aunque trate de imaginar es demasiado para mi mente. Versos dedicados al creador de la vida, dueño del universo, el amor verdadero...
