No quiero las riquezas efímeras,
ni los placeres carnales.
No quiero reconocimiento,
ni encontrar valor en lo que veo.
No quiero que la vergüenza
habite en mis labios,
ni que de ella se fabriquen
las telas de mis vestidos.
No quiero las sendas
creadas por mis miedos,
ni los lujosos lugares
a donde todos quieren llegar.
Quiero las eternas riquezas,
y deleitarme en tu presencia.
Quiero ser conocida por el cielo
y perseguir el misterio.
Quiero que valentía
habite en mi interior,
y que de humildad
sean mis vestidos.
Quiero las sendas
marcadas por tu voz,
y llegar como el viento,
a tus lugares celestiales.
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Cartas para Dios
SpiritualCartas de quien no merecía nada para Aquel que lo dio todo por mí; quién es tan complejo que no entra en un adjetivo y aunque trate de imaginar es demasiado para mi mente. Versos dedicados al creador de la vida, dueño del universo, el amor verdadero...
