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Poseidón era descrito por los suyos como alguien de corazón frío, con una actitud severa y sin nada de sentido del humor, por lo tanto resultaba difícil imaginarlo en una situación que requería consolar a alguien, pero ahí estaba él. Quién podría decir que un hombre tan temible y despiadado, en esos momentos ponía todo su esmero en apaciguar a la pequeña niña que atormentada por simples pesadillas, estaba mostrando dificultades para conciliar el sueño esa noche.

Era un lado suyo que ni el mismo sabía que existía, eso hasta que ______________ llegó a su vida.

—No hay monstruos en esta habitación— aclaró con un ápice de inexpresividad, pero que era  suficientemente capaz de estremecer hasta el dios más valiente —necesitas dormir— su mano enguantada dejaba pequeñas caricias en suave cabellera azabache de la menor, quien buscaba consuelo aferrándose a las ropas del rubio, permitiendole a sus lágrimas cristalinas bailar en sus mejillas.

______________ asintió sollozando, sabía que estaba segura en compañía de Poseidón y que todos lo vivido en ese sueño no eran más que eso, sueños. No obstante, algo en ellos los hacían sentir tan real que le era complicado distinguir los límites.

—A la cama mocosa— ordenó él separándose de ella, _____________ acató su orden un poco más tranquila, si tenía suerte, esa noche conseguiría dormir debidamente.

—¿Qué hacías tú cuando tenías miedo?— Preguntó de repente, tomando desprevenido al rubio que tan solo se limitó a darle la espalda mientras pensaba una respuesta eficaz.

Miedo..

Esa palabra hizo eco en su mente, lo que lo impulsó a cuestionarse si realmente alguna vez en su vida experimentó tal sentimiento. Desde pequeño constantemente se mostró indiferente ante las situaciones que se desataban a su alrededor, y el típico "monstruo bajo la cama" no aplicaba para alguien como él. A medida que crecía su forma de ser continuaba siendo la misma.

¿ Siquiera alguna vez consiguió soñar algo?

Dejó que un suspiro rompiera el silencio sepulcral de la recámara, consiguiendo que _______________ lo analizara todavía más. Y dejando con la incertidumbre a la niña, abandonó la habitación para dirigirse a la suya.

La hora de lectura había dado por iniciada. La mayor parte del tiempo, ______________ acostumbraba a permanecer  en soledad, esto gracias a que el rubio solía mantenerse ocupado ya sea con asuntos externos u otras cosas que lo involucrasen directamente. Ella no tenía ninguna objeción ante eso y protestar no era algo que se le daba bien, estaba más que agradecida con los cuidado del dios de los mares y desde muy temprano fue conciente de que era un hombre ocupado.

A pesar de eso, en ciertas ocasiones Poseidón se tomaba una pausa para  así poder pasar un tiempo con la ninfa, quien encantada le proponía realizar una de sus actividades favoritas.

Leer.

Los dedos descubiertos de Poseidón  desplazadaron la página hacia un lado, emitiendo un relajante y reconfortante sonido que atestó por unos instantes el interior de la biblioteca. La de ojos avellanas analizó hasta el más insignificante movimiento que el dios efectuaba y posteriormente impidió que el mayor diese por segunda vez, vuelta la página. 

—Ahí— con su dedo índice se tomó el trabajo de señalizar un pequeño dibujo escasamente distinguible que aseguraba ser la representación del "villano" de la historia.

Éste se asemejaba a un hombre alto, de oscuros cabellos y mirada perversa, lo que atrajo la atención de _______________, pues cumplía con las características del sujeto que asechó su último sueño.

Hali《Poseidón》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora