La pacífica sensación que esa pequeña fiesta transmitía, decayó con la llegada de Poseidón, quien denso por todo lo acontecido, inquietaba con su presencia a varias deidades de la zona. Una pequeña reunión tenía lugar una vez a la semana en el palacio del Olimpo, a ésta concurrían con mayor frecuencia deidades femeninas y el punto de encuentro se desarrollaba en los espléndidos jardines primaverales del lugar, cuyos colores parecían no desvanecerse nunca. Allí, ninfas y diosas gozaban la compañía de las demás, riendo y disfrutando las pláticas que se iban dando.
En ocaciones acompañadas por sus esposos.
Por lo tanto, no fue novedad que la inesperada llegada del dios de los mares originara desconcierto y perplejidad en las mujeres, especialmente porque el hombre venía en compañía de Hades. Éste último inconforme con la situación.
—No deberíamos estár aquí— incómodo, el dios del inframundo jugueteaba con la copa cuyo interior contenía un delicioso pero empalagoso jugo de uvas, el mismo ofrecido como muestra de hospitalidad por algunas deidades.
—¿Crees que quiero estár aquí?— molesto, Poseidón le echó una ojeada a su bebida, pasando de ella —lo hago por ______________, luego de lo que pasó con ese sujeto supuse que el cambio de aires le sentaría mejor ¿y que mejor lugar que este?— explicó direccionando su mirada a la aludida, que sentada en una de las fuentes de allí, presenciaba con denotante aburrimiento algunos sátiros entonar sus melodías con ayuda de sus flautas.
Con desinterés Hades copió la acción de su hermano, si se lo preguntaban, su sobrina no parecía estár pasándola de maravillas.
—No parece que la esté pasando bien— aseguró recargando su mentón en la palma de su mano.
—¿Desean más jugo?— una joven de largos cabellos rubios y ojos azules cual cielo se presentó con una jarra en mano.
—No, así estamos bien. Muchas gracias— declaró el peliplateado que no fue capaz de acabar lo que en un principio le sirvieron.
Poseidón también se negó y la mujer se retiró.
El dios de los mares se cuestionaba una y mil veces que era lo que había hecho mal. Quizás haberla traído no fue la mejor elección, por más que el pensara lo contrario. Desde que llegaron, _______________ no había hecho otra cosa más que vagar por los jardines en busca de algo que consiguiera entretenerla.
Era curioso.
Nadie se acercaba a ella y ella no se acercaba a nadie.
Por supuesto eso podía contar con una explicación. Todos conocían la historia de la chica y de como fue acogida por Poseidón, manteniéndose al margen por temor al rubio. Con respecto a lo segundo, desde que tenía memoria _________________ se había caracterizado por su timidez.
Aún recordaba cuando huía de todo aquel que quisiera establecer el mínimo contacto con ella.
—Ahora que lo pienso, desde muy pequeña no se relacionaba con nadie que no fuéramos nosotros o parte de la servidumbre o la familia— reflexionó el mayor de los hermanos, llevando una de sus manos a su mentón —me sorprende su repentino acercamiento a Beelzeb..— guardó silencio cuando reparó que _________________ caminaba hasta ellos.
Su rostro reflejaba aburrimiento.
—¿Cuánto tiempo más estaremos aquí?— preguntó tan solo anhelando salir cuanto antes de ese lugar.
—Justo ahora— Hades se puso de pie, aprovechando la oportunidad para salir corriendo —¿no es así?— miró de reojos a su hermano, quien no puso objeción por su parte.
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Hali《Poseidón》
Fanficポセイドン ┇︎Ella tuvo un profundo efecto en su vida. 𝗔𝗖𝗟𝗔𝗥𝗔𝗖𝗜Ó𝗡: •Imagen sacada de pinterest, créditos a su respectivo autor. 𝗘𝗹 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗷𝗲 𝗱𝗲 Poseidón 𝗻𝗼 𝗺𝗲 𝗽𝗲𝗿𝘁𝗲𝗻𝗲𝗰𝗲, 𝗰𝗿é𝗱𝗶𝘁𝗼𝘀 𝗮 𝗧𝗮𝗸𝘂𝗺𝗶 𝗙𝘂𝗸𝘂𝗶 𝘆 𝗦�...