Todo el mundo tiene un lado secreto que oculta ante los demas. Ante sus amigos, ante su pareja, incluso ante su familia. Ocultan sus intenciones y su verdadero yo bajo una sonrisa falsa, asi es como el mundo ha logrado mantener una paz transitoria...
La pequeña intentaba desesperadamente salir de esa oficina, no por miedo a que le pase algo, si no por perder a sus queridos padres, ella tenía información que les servirá para ganar, pero no lograba forzar la puerta.
—«Tengo que decirles... Debo decirles sus superpoderes o no podrán ganar» —Pensaba Anya.
Mientras, Twilight se veía acorralado, levantó las manos tan pronto sintió la presencia de su enemigo detrás de él...
—No sé qué trucos usaste para verme, pero estoy impresionado...
—Se lo agradezco, es el producto de mi trabajo, ahora voltee, quiero ver el rostro del hombre que arruinó mi laboratorio...
Una vez que mostró su cara, Lawson pudo reconocerlo...
—Señor Forger, no me esperaba esto...
—¿Sabe quien soy? —preguntó con un rostro serio.
—Honestamente, ya no tengo ni idea, es decir, un simple psiquiatra que logró armar un escenario cómo este, no tiene sentido...
Al mismo tiempo, Yor tenía más dificultades para enfrentar a Roxy, ahora que podía usar libremente sus armas, se le hacía muy difícil cubrirse de los disparos o atacar con sigilo, ahora que todo el lugar estaba empapado por los aspersores, solo un paso bastaba para que Roxy pudiera encontrarla y disparar con una ametralladora de un soldado muerto.
—«Esos reflejos no son humanos ¿Qué clase de experimentos hacían aquí?» —Pensaba mientras estaba acorralada.
Anya buscaba algo que pudiera usar para romper la ventana de la puerta, primero pensó en usar la silla...
—Muy bien ahora ¡Rompete! —Lanzó la silla con toda su fuerza, pero apenas la movió unos centímetros, era demasiado grande para ella.
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Claramente no funcionaria, siguió buscando algo pequeño que pudiera lanzar, cómo una pelota, pero está era la oficina de un adulto, no encontraría juguetes aquí, pero si encontraría un pisapapeles metálico algo pesado con varios picos que le daban la apariencia de una estrella.
—¡Es mi oportunidad... Mi tiro mortal! —Rápidamente tomó el pisapapeles y preparó su lanzamiento.
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