𝑬𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 𝒂𝒍𝒊𝒆𝒏𝒊𝒈𝒆𝒏𝒂 (𝑺𝒆𝒕𝒉 𝒙 𝑭!𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓)

Capítulo 9

──── T/n's pov ────

Llegamos a la mesa después de limpiarnos. Nos sentamos y Tina fue a buscar nuestro pedido.

Seth, de nuevo, acercó mi silla a él, envolviendo sus brazos alrededor de mí mientras acariciaba su rostro en mi cabello; podía sentirlo tomando largas bocanadas de mi cabello, amando la cálida sensación de su aliento contra mi piel.

Había sido más cariñoso y sensible después de nuestra impactante conversación.

──── Flashback ────

—¿Qué? —lo miré en shock.

—Por las costumbres de mi especie, ya estamos casados ​​en el momento en que nos tocamos —colocó su mano en mi mejilla, frotando pequeños círculos con su pulgar mientras me mira—. Necesitamos consumar nuestro vínculo. Es como una confirmación para nuestros cuerpos y almas de que estamos juntos —se apartó un poco, viendo la mirada en mi rostro—. ¿Aún no estás lista para hacer esto?

—Es solo... yo um —rartamudeé, mi rostro se calentó mientras miraba a cualquier lugar menos a él. 

—Si te hace sentir incómoda, está bien si no lo hacemos ahora —besó mi frente mientras frotaba mi espalda con dulzura—. Tu felicidad es lo que importa.

Mi ritmo cardíaco se aceleró y todo en mí anhelaba estar más cerca de él. El intenso placer que hizo que mi alma ardiera por moverme cuando me sostuvo en su abrazo amoroso. Sólo confirmó lo que ya sé. 

—Quiero hacerlo —dije sin dudarlo. 

──── Fin del Flashback ────

Sonreí ante el recuerdo cuando fui interrumpida por Jack.

—Chicos, yo creo que sería-

—Lo mejor para todos si Seth, T/n y yo le pedimos ayuda a otro —Sarah terminó.

—Ya en serio, tienes que dejar eso —dijo Jack.

—Jack Bruno, es comprensible que estés asustado y confundido considerando todo lo que ha ocurrido hoy.

—No me asusta —se rió entre dientes.

Ella lo miró extrañada. 

—Estoy un poco confundido, pero lo importante es que ustedes necesitan apoyo de la NASA o de la fuerza aérea, no de mí.

—Si nos abandonas ahora, la misión se vería en un serio peligro.

—Oigan, voy a ser muy honesto con ustedes. Yo no los puedo ayudar —argumentó: 

—Un ser humano sabio dijo un día: "eres lo que crees que eres."

—Sí, busquenlo entonces y ya déjenme.

—Lo dijo Buddha —dijo Seth, acariciando mi cabello distraídamente—. No está disponible.

—¿Por qué los seres de tu planeta se ven gigantescos por fuera y lo contrario por dentro? —puso su mano sobre la de él—. También necesites que te salven, Jack Bruno.

En ese momento, sonó el teléfono de Jack. Respondió enojado pero se detuvo con una expresión de asombro antes de levantarse y alejarse. 

—Sarah, ¿estás segura de que podemos confiar en él? —Seth le preguntó a su hermana con preocupación.

Sus ojos nunca dejaron a Jack, que estaba mirando por la ventana. —Estoy segura.

Un minuto después, Jack regresó y nos dijo que lo siguiéramos. 

—Están aquí, ¿cierto? —preguntó Sarah.

Jack vaciló por un segundo. —Si, así es —dijo y se acercó al Sheriff.

Literalmente podía sentir el miedo de Seth mientras sus brazos temblaban ligeramente alrededor de mi cintura. 

—Confía en él Seth —susurré mientras frotaba su mano.

Después de hablar con el Sheriff, Jack nos llamó.

Entraron hombres vestidos de negro. Mientras los observábamos, usamos a la gente del baile para movernos más hacia atrás.

Vimos al Sheriff hablando con uno de los hombres, pero después se escuchó un grito cuando los hombres sacaron sus armas, lo que provocó que algunas personas de la ciudad también sacaran las suyas. El silencio llenó la atmósfera mientras todos tenían los ojos puestos en el Sheriff y el agente principal.

Salté cuando sentí que alguien tocaba mi hombro solo para darme la vuelta y ver a Tina, la camarera que se suponía que nos serviría.

Nos hizo señas para que estuviéramos callados. 

—Síganme —dijo antes de llevarnos a una pequeña sala de almacenamiento con una escalera que conducía al techo. 

—Gracias —Sarah le dijo.

—Suerte —Tina dijo y con una sonrisa cerró la puerta.

Jack fue el primero en subir la escalera. Después de intentar empujar la puerta para abrirla, se dio por vencido y bajó. 

—Está cerrado por fuera —dijo antes de que Seth subiera.

Seth pasó la mano por la puerta y la abrió, sorprendiendo a Jack en el proceso.

Subí mientras Sarah se desviaba detrás, explicándole brevemente a Jack sobre los poderes de Seth.

En el momento en que llegué a la cima, Seth rápidamente me sacó y me puso en sus brazos. Sarah y Jack pronto me siguieron.

Jack miró a su alrededor antes de indicarnos que lo siguiéramos encima de un remolque que estaba en la parte trasera del restaurante. Jack saltó primero antes de volverse para ayudar a Seth, Sara y yo.

Ni siquiera un momento después, nos congelamos con el sonido de un perro gruñendo y ladrando.

Me escondí ligeramente detrás de Seth mientras Jack giraba lentamente, tratando de hablarle suavemente. 

—Hola, lindo perrito.

Y con eso, el perro cargó contra él con los dientes desnudos.

Jack se prepara para el dolor, pero nunca llegó porque en el último segundo, el perro corrió hacia los brazos de Sarah, quien acarició la cabeza y el cuello del perro mientras el perro le lamía la cara felizmente. 

—Me alegra que entiendas —le dijo antes de levantarse y salir del patio. 

—Vamos —Seth y yo la seguimos rápidamente, mientras que un sorprendido Jack se quedó atrás.

Después de superar el impacto de que Sarah aparentemente también puede comunicarse telepáticamente con los animales, Jack nos llevó al garaje donde Eddy todavía estaba trabajando en la cabina. 

—Eddy, ¡nos vamos! Se acabó el tiempo —Jack le dijo mientras Sarah, Seth y yo subíamos al taxi.

—¿Irse? Todavía no termino de arreglarlo —dijo antes de sorprenderse cuando el cofre se cerró supuestamente solo cuando en realidad fue Sarah usando sus poderes.

Ni un segundo después de entrar, me senté en el regazo de Seth y luego me ató con el cinturón de seguridad.

Froté el brazo de Seth, que estaba alrededor de mi cintura solo para calmar mis propios nervios cuando Jack le dio a Eddy el dinero antes de salir rápidamente.

Carros negros bloquearom el camino cuando Sarah usó su poder para hacer explotar el motor de las furgonetas. 

—No sé que haces, pero sigue haciéndolo —Jack le dijo, pero justo cuando estábamos a punto de salir de la ciudad, el auto se detuvo y se abrió solo para que el perro del restaurante entrara y pasará a Sarah al asiento del medio.

Jack trató de protestar por tener que llevar a otro pasajero extraviado cuando comenzaron a disparar contra el taxi.

Jack condujo rápidamente por la carretera principal antes de girar en una carretera desierta.