𝑬𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 𝒂𝒍𝒊𝒆𝒏𝒊𝒈𝒆𝒏𝒂 (𝑺𝒆𝒕𝒉 𝒙 𝑭!𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓)

Capítulo 13

El grupo de cinco caminó rápidamente a través de la ruidosa convención mientras buscaba con cautela a alguien sospechoso. 

—Gracias —Sarah dijo de repente a los dos adultos—. A los dos. Eligen ayudarnos aunque no están obligados a hacerlo, lo entendemos.

—No hay de que —dijo Alex con una sonrisa reconfortante—. Y descuida, regresaran a casa. Lo prometo —se volvió hacia Jack—. Voy a recoger mis cosas. Nos vemos arriba, en la convención, en mi lugar, y de ahí al taxi.

Con eso, trató de alejarse, pero Jack la detuvo. 

—Alex, escucha —colocó su mano sobre su hombro, empujándola suavemente hacia un lado—. No nos acompañes.

—¿Qué? —cuestionó con incredulidad.

—Si es verdad todo lo que dijo Harlem, es demasiado arriesgado. Se subieron a mi taxi, yo me encargo —respondió.

 —Um... no. Me he preparado cada segundo de mi vida para este momento y ahora cuando hay dos alienígenas que requieren mi ayuda, ¿esperas que me vaya? Eso ni de broma —se acercó a él con una sonrisa victoriosa—. Prepárate, soldado, yo voy. 

No se dijo nada durante unos segundos mientras los dos se miraban a los ojos, de vez en cuando se acercaban a los labios del otro antes de que Alex se aclarara la garganta y retrocediera. 

—Ocultense hasta que me aliste.

—Sí, claro — Jack dijo tratando de ignorar su pequeño intercambio íntimo mientras Alex se alejaba—. Ocultarnos, no será difícil.

Mientras la observaba alejarse, Sarah se acercó y dijo. —Te considera atractivo. 

—¿En serio? —le preguntó.

—Y más listo de lo que tú crees —respondió.

—¿Entonces pensaba en mí? —preguntó.

—Así como ahora tú estás pensando en ella —dijo—. Sus interacciones son similares al primer encuentro de las almas gemelas.

—¿Almas gemelas? —Jack volvió su atención hacia ella en busca de una explicación. 

—Compañeros —cambió su atención a su hermano y T/n—. Todos en nuestro planeta pueden sentir a nuestra alma gemela más compatible a cierta distancia, pero como el universo es tan infinito, esto rara vez ocurre.

La pareja en cuestión estaba disfrutando de los pocos segundos de tiempo que tenían en los brazos del otro. T/n inclinó la cabeza hacia atrás en su pecho, acariciando lentamente su brazo mientras Seth la abrazaba posesivamente por detrás, besándola en la cabeza mientras miraba ocasionalmente a cualquiera que mirara en su dirección. 

—Almas gemelas —Jack repitió un poco preocupado.

—Sí. El equivalente a marido y mujer, pero creo que en tu planeta habría sido necesario una ceremonia —Sarah dijo mientras trataba de recordar sus estudios del planeta tierra. 

—Oye, Sarah, ¿sus pensamientos han sido de que yo sea…? —comenzó Jack.

Pero fue interrumpido por alguien con un disfraz de tres brazos, gritando. —¡El espectáculo ya va a comenzar, todos arriba! ¡Rápido!

—¿Subimos también? —Seth preguntó Jack, que una vez más se veía aturdido hacia donde había desaparecido Alex.

—Sí. Claro, hay que subir.

Mientras Seth, T/n y Sarah seguían a la multitud, sin saberlo, dejando atrás a Jack todavía en su aturdimiento enfermo de amor. Solo una vez que se dio la vuelta para hacer una pregunta.

—Oye, ¿crees que ella estaba pensando-?... — se dio cuenta de que estaba solo.

—¡Seth! ¡T/n! —llamó—. ¡Sara!

Se dio la vuelta para buscarlos solo para ser agarrado a la fuerza por dos hombres grandes y musculosos, uno de ellos le apuntaba con un arma a la espalda.

 —Te lo advertí, Jack —el hombre de la nariz rota dijo—. Al señor Wolf no le gusta que lo rechacen.

Ante la mención de su ex jefe, luchó contra su agarre.

—Este no es un buen momento.

Mientras tanto, los tres adolescentes siguieron a la multitud para ver una recreación en vivo de lo que alguna vez fue una popular novela de ciencia ficción convertida en cómic. 

—¿No les dije que no se separaran de mí? —dijo Jack cuando finalmente encontró a los tres adolescentes después de golpear a los dos hombres que lo habían agarrado.

—Solo estábamos siguiendo órdenes — T/n dijo.

—Vámonos —les dijo que lo siguieran.

El Sifón subió al escenario para que todos lo vieran.

—¡Jack Bruno! —Sarah gritó para que volviera su atención al escenario; con chaleco antibalas negro completo con algunas abolladuras en el área del pecho y los hombros. La multitud aplaudió lo que pensaron que era parte del espectáculo.

Al ver que el Sifón levantaba su brazo, Seth gritó: —¡Sarah! —mientras apretaba su agarre sobre su pareja.

Con un movimiento rápido de su muñeca, las luces del escenario se deshicieron. Se balanceó hacia abajo, golpeando el sifón con cartelera digital.

Los vítores de la multitud se hicieron más fuertes cuando el grupo de cuatro salió rápidamente por la puerta trasera. Tan pronto como se fueron, los agentes del gobierno entraron con armas, gritando a todos que se agacharan. El sifón se levantó demasiado rápido y fue tras sus objetivos.

Jack guió a los adolescentes por el pasillo solo para ver a más agentes del gobierno.

—Al otro lado —dijo, dirigiéndolos hacia las máquinas tragamonedas.

Intentaron apresurarse a través del laberinto de máquinas tragamonedas mientras evitaban a los agentes, pero la suerte no estaba de su lado ya que fueron bloqueados por ambos lados. 

—Sarah, ¿estás escuchando lo que pienso? — Jack le preguntó.

Asintiendo, levantó las manos y luego las bajó. Segundos después, cada máquina tragamonedas se convirtió en ganadora, lo que provocó que todos se levantaran de sus asientos, vitoreando. 

—¡Corran! —Jack les gritó a los adolescentes, guiándolos a través de la multitud mientras los agentes luchaban contra la gente para llegar a ellos.

Alex, que finalmente había conseguido sus cosas, salió del ascensor y se sorprendió al ver el alegre caos y a Jack con los adolescentes corriendo hacia ella. 

—¿Qué pasó con ocultarse? —le dijo a Jack

—¿Quién se oculta en Las Vegas? —dijo Jack, apurándola para que los siguiera.

Más tarde, el taxi se apresuró a salir del casino. No mucho después, el agente salió mientras el líder les indicaba a los autos y al helicóptero que los siguieran, pero cuando acorralaron la cabina, estaba el Dr. Harlan en el asiento del conductor con sus dos asistentes en el asiento trasero porque, para evitar miradas, habían tomado La casa rodante del Dr. Harlan. Dirigiéndose a Las Vegas conocida como Mystery Manor.

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Les tengo una mala noticia… la historia estará en hiatus (pausa) hasta que la escritora original actualice. Cuando ella publiqué, lo haré yo.