Treceavo Plato

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Se supone que sí, que estaban ensayando duramente sobre el concierto con Dream que iban a tener, también el hecho de que el comeback de 127 era muy pronto, estaban tan enojados, tan cansados, tan lleno de pesadez, lo único que los calmaba era el hecho de que el otro estaba en ese momento.

—¿Quieres venir a mi habitación? —preguntó Mark observando que ya casi amanecía.

Sus horarios eran una locura, había días en los que no podían hacer nada, despertaban, ensayaban, comían algo y luego se iban de nuevo a ensayar o a grabar algún contenido y terminaban llegando hasta la madrugada.

Pronto saldría el nuevo contenido de NCT News, ellos de verdad necesitaban un tiempo para tomar un respiro, necesitaban hacerlo.

—Sí. —Haechan no dijo más y cuando entró a la habitación del moreno se quitó los zapatos y caminó por el suelo frío. Fue al closet y sacó una playera vieja y un short.

Luego se tiró sobre la cama.

—¿Tomarás un baño? —preguntó Mark.

—Mañana temprano, ahora solo quiero acostarme. —Haechan susurró.

—Solo tenemos tres horas para dormir, y eso que no estamos en promociones. —Mark cambió su ropa y se acostó junto a su compañero y alma gemela "forzada".

Mark llevó sus manos a la espalda de Haechan, luego comenzó a mover sus manos, si por él fuera le daría muchos masajes, haría lo que fuera para que el menor no se enfermara, por cuidarlo y protegerlo, Mark no podía imaginarse cómo sería su vida si lo volvieran a separar de Donghyuck, era el único que podía entenderlo.

Haechan soló pequeños suspiros de satisfacción al sentir como su espalda baja era masajeada por las manos de Mark, debía admitir que tenía cierto gustito en ver cómo las venas se marcaban en los brazos y manos de su compañero.

Por otro lado, Mark tenía una fijación con masajear la espalda, o corregir la postura, de su "soulmate", también le encantaba escuchar los casi inaudibles gemidos de Haechan con la presión que sentía en su espalda, el estrés le estaba haciendo unos nudos terribles en los hombros.

La habitación era grande, tenía las luces apagadas, pero había una luz débil del techo.

—Me enviaron una crema relajante. ¿Puedo ponerla? —Preguntó Mark con una sonrisa.

Haechan ni siquiera contestó, pero cuando empezó a quitarse la playera, Mark sonrió y se levantó para ir por ella. También tomó un aceite para poner aroma a la habitación y hacer que Haechan pudiera calmarse y relajarse un rato.

Había un olor dulzón a vainilla por el aceite que estaba usando Mark, un empalagoso aroma que tenía a Haechan descansando después de esa agotadora tarde desgastándose en los entrenamientos y prácticas, sabía que era cansado, pero era su responsabilidad hacerlo. No podía fallar ni dejar a Mark solo.

—¿Quieres un masaje completo? —Mark preguntó.

—¿No pierdes el tiempo verdad? —Haechan soltó una ligera risita mientras sus ojos amenazaban con cerrarse.

Mark tomó un poco de la crema relajante y lo colocó directo en la espalda de Hyuck, luego comenzó a masajear los hombros de forma lenta, le daba apretones en su nuca, y cuello para bajar por su espalda haciendo presión, luego Haechan sintió un poco de frio al notar que su ropa interior era retirada y luego sintió un leve apretó en su trasero.

—Ah, a eso te querías un masaje completo. —Haechan soló una risa, pero siguió acostado bocabajo. —Disfruta, no tengo fuerza para moverme.

—¿Te sientes bien? ¿Solo es cansancio o te sientes mal? —Mark suspiró y retiró la ropa interior de su pareja. Luego tomó las piernas y siguió dando masajes a lo largo de éstas. —Te estás estresando mucho, tu cuerpo no resistirá si sigues cansándote así. No quiero que te lastimes.

Operación Kimchi jjigae (MarkHyuck) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora