Suya - Violet Hopper

11

Selene.

—¡Buenos días!

Saludo a los chicos apenas entró a la cocina, tomó la jarra de café y la colocó sobre la cafetera, la enciendo así está comienza a preparar mi café mañanero, miró el reloj en la pared mientras dejo mi termo aún lado este dan las 07:27 a.m. Alec se encontraba sentado en una de las mesas de la cocina tomando café y junto a un Sándwich de mermelada y mantequilla de maní, por otro lado Peter se encontraba en una de las esquinas sentado, mano derecha sostenía su taza de café y con la otra trazaba círculos pequeños sobre la mesa. Me quedé viéndolo como una boba por unos minutos que para mí se sentían como horas, su cabello bien arreglado, su colonia que se podía sentir a unos pocos pasos de distancia y sus ojos azules hermosos, cansados. Se ve realmente atractivo cuando está distraído, Peter levantó su mirada atrapando la mía, desvíe mi mirada tratando de ocultar una leve sonrisa las cosas que Peter llegaba a producir dentro de mí con tan solo una mirada eran inexplicables, salgo de mis pensamientos cuando Alec habla.

—Son las 07:30 de la mañana, —Alec me dice dirigiendo su mirada al reloj, —¿Como puedes tener tanta energía a esta hora?

Río ante el mal humor mañanero de Alec.

—Porqué amo mi trabajo, Alec. —Le doy una sonrisa a lo que él bufa en desinterés.

Miró de reojo a Peter quién lleva su taza de café a su boca para luego darle un sorbo, decidí acercarme mientras mi café se termina de calentar.

—Buenos días, Peter. —Le digo mientras me siento frente a él con una sonrisa.

—Buenos días, Selene. — Dijo para dejar su café aún lado y ponerme atención.

Dios, esos ojos...

—¿Que tal dormiste?—pregunté, a este punto estaba nerviosa ante la mirada penetrante que podía dar Peter como si quisiera leerme, escarbar entré mi alma y poder encontrar algo ya sea bueno o malo...

—Bueno, dormí excelente. — Él sarcasmo en su voz era claramente notorio, lo entendía perfectamente¿Quién podría dormir en este lugar sabiendo que nunca podrás salir de aquí? Solamente me limité asentir para luego ponerme de pie y tomar mi café que ya estaba listo.

Cerré mis ojos y inhale profundamente el dulce aroma que desprendía el café, estaba recién salido de la cafetera como a mí me encanta, caliente. Abrí mis ojos y tomé un sorbo cuidando de no quemarme la lengua, entonces lo noté. Peter me estaba observando atentamente a cada uno de mis movimientos, me estaba poniendo nerviosa otra vez, pero por alguna razón no aparté la mirada, una sonrisa se formó en sus labios, mientras que él levantaba su taza y la llevaba a sus labios para darle un sorbo, sin quitar su mirada de la mía.

—Selene, —la voz de Alec me hizo cortar el contacto visual con Peter, —Toma—. Cogí el pan tostado con mermelada que Alec me estaba ofreciendo.

—Gracias.

—No hay problema. Apresúrate a comer en menos de veinte minutos la pesadilla comienza— Sonreí ante la expresión de Alec pues, a las ocho en punto Alec junto a Peter tenían que ir a levantar a los niños para llevarlos a la cocina a desayunar y luego a la sala arcoíris para que pasen un rato agradable.

—Oye Selene, —Alec me llama a lo que yo levantó mi vista y lo miro directamente a los ojos, —¿Has ido alguna vez a un pueblo pequeño del norte?

Su pregunta me tomó por sorpresa pero rápidamente mi confusión cambio a una sonrisa de boca cerrada. Lo cierto es que en cada una de mis vacaciones mis padres me llevaban al pueblo llamado "Lastres" este se encontraba situado en Asturias un paraíso hermoso, me encantaría ir otra vez para revivir los viejos recuerdos.