Luego de lidiar con las Tres Bestias, Sasori y Orochimaru regresaron a la base informando del éxito de la misión.
Orochimaru: Además de eso, logramos hacernos con tres Teigus más.
Pain: Eso siempre viene bien. Cuantos más Teigus consigamos, más ventaja tendremos sobre los ejércitos de la capital. Dicho esto, es hora de poner en marcha el siguiente paso del plan.
Sasori: Y eso es?
Pain: Crear un ejército.
Orochimaru: Con qué fin?
Pain: Es muy simple. Al enfrentarme militarmente a la Capital Imperial durante todo este tiempo, he llegado a la conclusión de que, al ritmo actual, nos tardaríamos por lo menos 100 años en conquistar y someter a tan vasto imperio. En todo caso, cómo podría un puñado de hombres lograr un objetivo tan utópico como la paz mundial en un mundo tan azotado por los conflictos bélicos?
Orochimaru: Tiene sentido.
Pain: Para conseguir someter a la capital, tendremos que destruir el sistema imperial y obligar a los países pequeños a depender de nuestro poderío militar. El resto vendrá por sí solo.
Sasori: Suena bastante difícil.
Pain: Lo es, pero eso no quita que sea la forma más rápida de alcanzar nuestros objetivos. A partir de ahora, atacaremos a todos los reinos vasallos de la capital para ir debilitándola poco a poco.
Orochimaru: Suena a más misiones.
Pain: En efecto. De hecho, tengo una nueva tarea para ustedes.
Orochimaru: De que se trata?
Mientras Itachi y Kisame:
Kisame: Ya estamos cerca. No puedo esperar a que comience la masacre.
Itachi: Recuerda que debemos mantener al rey con vida. No obstante, puedes hacer lo que quieras con el resto.
Kisame: Eso suena a diversión.
Itachi: ¡Ya llegamos!
Delante de ellos se encontraba una gran ciudad amurallada y bien defendida. Ambos Akatsuki entraron a la ciudad con el fin de cumplir su misión. Caminaron por un rato hasta llegar a su objetivo.