Capítulo 5 • El vestido

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Capítulo 5

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18 de Julio de 2008

«Luce es mi sobrina, su hija»

Maddie aún señalaba sobre su hombro a Alhena, cuya mirada permanecía tranquila e imperturbable, pero con un brillo de desesperación en su iris grisáceo.

Para George era más que obvio que ella no quería estar en su compañía, y eso le divertía porque la hacía rabiar. Era una extraña sensación que sentía en el estómago y que crecía como un cosquilleo. Y eso le sorprendía, era algo extraño, como los primeros años en Hogwarts cuando disfrutaba gastándole bromas, pero lo que más le llamaba la atención era que realmente desconocía la vida de la joven Black desde que se marchó. Era como una completa desconocida, como una recién llegada. Ya no era la Alhena que él amó y conoció.

--¿Una hija? ¿Cuántos años tiene? --preguntó George inocentemente,  pues sólo sentía curiosidad hacia el porqué Alhena dejaría atrás a una niña tan pequeña para viajar a otro continente.

--Oh, diez maravillosos años. Es tan adorable --canturreó la rubia y él sintió que su mundo desfallecía.

Esas siete palabras congelaron a George en su sitio, que comenzó a verlo todo alejado de sí y borroso, como a través de un túnel que le impedía que los sonidos le llegaran con claridad a su oído bueno.

Apenas pestañeó, ni respiró, en el transcurso de varios minutos en los que Alhena y Maddie parecían discutir acaloradamente sobre algo, pero él no llegaba a entender del todo qué decían pues se había quedado paralizado con ese nuevo descubrimiento.

--Déjalo ya, Maddie. Por más que insistas no vendrá --aseguró Alhena y se cruzó de brazos dando el asunto por zanjado.

--¿Diez? --preguntó con un hilo de voz el pelirrojo al fin tragando con dificultad mientras sudores fríos recorrían su frente.

--Sí --aclaró Alhena mirándole de reojo como si tener que repetirlo la aburriese--. Diez años.

--Y... ¿Y cómo es? --preguntó tras carraspear para aclarar su garganta.

--Pelirroja, y bastante alta para su edad. Pelo rizado... --comenzó a enumerar Maddie pero Alhena la acalló.

--¿No deberías terminar de vestirte? Ya deberíamos estar en otro sitio --recordó Alhena frunciendo la nariz y rodando los ojos--. Tengo más cosas que hacer además de acompañarte.

--Ou, sí. Disculpadme --murmuró la rubia menor y se adentró de nuevo en la habitación.

--¡Os espero afuera! --gritó Alhena y miró de soslayo por última vez al pelirrojo antes de salir al pasillo suspirando con fuerza.

--¿Dónde vas tan deprisa? --la siguió George en un impulso bastante lógico y cerró la puerta del apartamento tras él, pues no quería que Maddie llegase a oírle--. ¿Una hija? ¿Pelirroja? No puede ser, Al. Aquél dos de mayo Madame Pomfrey dijo que...

--...que tuve un aborto debido a una maldición --completó la chica bastantañe extrañada--. Lo recuerdo bien, George, yo estaba allí. Ni siquiera sabíamos que estaba... En fin, eso también es cosa del pasado. No sé porqué deberíamos pensar en eso ahora.

--¿Del pasado dices? ¿Cuándo pensabas contármelo?

--¿Contarte el qué exactamente? --preguntó Alhena y analizó con la mirada a George durante algunos segundos, quién se había quedado de repente sin habla, antes de caer en la cuenta--. ¡Por las barbas de Merlín! ¡Por supuesto que no! ¡Ésto es absurdo! ¡Luce no es tu hija!

It must have been love • || GEORGE WEASLEY ||  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora