Capítulo 13
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06 de Agosto del 2008.
Alhena había agradecido que La Madriguera fuese un auténtico caos cuando llegó. Algunos de los hermanos Weasley ayudando a su madre a acomodar los invitados o a reorganizar a los músicos había sido clave para que Luce pasara desapercibida sentada sobre una de las sillas de la primera fila con su vestido amarillo claro.
Ella se había mantenido algo apartada pero vigilante, aferrada a una copa de vino que ni siquiera supo de dónde sacó, pues no quería que la atención de todos se fijara en la niña pelirroja que llamaba mamá a la que fue novia del hombre que en ese día se casaba.
—Estás aquí —sonrió Rose abrazando a su hermana desde atrás por la cintura y reposando su mentón sobre el hombro—. Pensé que te arrepentirías y saldrías huyendo.
—Es la boda de Maddie —aclaró como único motivo y bebió otro trago de vino—. No podía perdérmelo.
Pero la entonación amarga de la voz de Alhena alertó a su hermana —No soy ingenua, ¿sabes? —dijo y se embriagó del aroma de limón y canela que desprendía su hermana—. Sé que aún le quieres. Se aprecia en tu mirada, que debió de ser maravilloso y que aún lo recuerdas con cariño.
—Eso es cosa del pasado —sonrió sin ganas Alhena—. Ahora debemos recordar que estamos aquí para celebrar el amor de otras personas.
—Es injusto.
—La vida es injusta, Rose —afirmó la mayor—, pero sólo porque no hay suficiente vino en el mundo para aguantar a la gente que lo habita —bufó y bebió otro poco.
La rubia río. —El sacrificio que estás haciendo sé que te parte el corazón Alhena, pero también demuestra que tienes uno y que es enormemente bondadoso por mucho que quieras aparentar que eres fría y calculadora.
Ambas miraron incoscientemente hacia el altar, dónde George Weasley sonreía mientras hablaba con algunos de sus hermanos felizmente ajeno a las miradas indiscretas. Estaba arrebatadoramente guapo, para opinión de Alhena, y una calidez recorrió su cuerpo recordándole que seguía viva y que su corazón latía por el hombre que en breve vería casarse con otra. Y entonces recordó lo mucho que siempre deseó ser ella, en sus más profundos sueños y fantasías, la que caminaría al altar vestida de blanco con su mirada fija en la emoción del pelirrojo que tendría delante. Lo que jamás imaginó es que en la realidad también sería una expectadora de la felicidad de otros.
—Deberíamos ocupar nuestro lugar, ¿no crees? —susurró la mayor con la voz rota. Rose dejó de abrazarla para pararse frente a ella con la mirada bañada de preocupación—. Tranquila, estoy bien —aseguró tratando de hacer desaparecer el nudo que se había formado en la profundidad de su garganta pero Rose sólo levantó una ceja en respuesta—. Te lo prometo, pequeña. He pasado por cosas peores.
Palmeó el hombro de su hermana con cariño y terminó su copa antes de sentarse junto a su hija y abrazarla para acercarla a su cuerpo. Ella era su familia, y lo único que necesitaba.
Supo que Maddie había llegado cuando un silencio general se difundió por los invitados y la música se elevó unas octavas. Alhena giró en su asiento y comprobó la belleza que emanaba por cada poro de su piel Maddie. El delicado y exquisito peinado resaltaba aún más la sensualidad del vestido que se adhería a la joven como una segunda piel que brillaba cálidamente bajo la tenuidad de las velas y resaltaba cada movimiento de cadera que la conducía hasta el altar.
Sonrió con melancolía al imaginar por un segundo cómo se hubiese visto y lucido Adhara si su gran boda soñada hubiese tenido oportunidad de ocurrir, pero debía admitir que Maddie sabía modelarlo con maestría a pesar de ser una pieza de tela muy delicada.
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It must have been love • || GEORGE WEASLEY || TERMINADA
FanficHistoria Completa. Segunda parte de «Buenas o Malas Intenciones». Madison Lewis era todo menos una chica corriente. Joven, divertida, carismática y servicial, era una excelente asistente de asuntos exteriores del ministerio inglés en el departamen...