capítulo 25 EN LA BOCA DEL LOBO

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(+++)

«Todo fluye, nada permanece».

Hipócrates.


MADISON FORBES

Me encontraba sentada en mi pupitre y mirando nuevamente la ventana, no podía dejar de pensar en el peligro que corriamos los humanos del pueblo, estabamos indefensos ante tanta crueldad.
Pasó una semana desde que encontramos al licántropo asesinado en el puente de Whistler.

Dylan y Gia no habían concurrido a clases desde aquel hecho, estaban muy ocupados con los hechizos que nos permitiría descubrir quién se encontraba tras los asesinatos, Luca quedó descartado totalmente desde que Gia utilizó la sangre del joven licántropo para ver quien lo asesinó, solo pudo ver una silueta de mujer.

Ryan por otro lado, se unió a Luca para averiguar sobre la nueva profecía, el aquelarre de las hermanas le darían una visión más clara de lo que vendría.

—Señorita Forbes —la voz del profesor de historia llamó mi atención —¿Está escuchando lo que dije? —preguntó molesto, apoyándose en el escritorio.

—Disculpe, profesor, no he tenido una buena semana —suspiré.

—Todos tenemos problemas, señorita Forbes, pero no deben distraernos de las obligaciones —afirmó —. Espero que ya tengan el trabajo hecho.

—De hecho estamos en eso —intervino Luck.

—Señor Fraier, no le di permiso para hablar —lo regañó.

—Disculpe, tenía que hacerlo —sonrió —Mady esta en mi grupo de trabajo, tendremos el trabajo listo en dos días.

—Eso espero, son los únicos que faltan para entregarlo —nos hechó su mirada fulminante y se dio la vuelta para dirigirse a escribir al pizarrón.

—Gracias por eso —le murmuré a Luck que estaba dos asientos detrás de mi, él solo me sonrió.

Anna y Vanessa no se presentaron en el instituto. Vanessa se encontraba inquieta e irritable, Anna estaba en casa de su abuela desde que leímos aquel diario antiguo sobre la masacre del pueblo.

Terminando la clase de historia, con Luck nos dirigimos al jardín del instituto para relajarnos un poco, comimos varias frituras y bebimos muchas gaseosas antes de volver a entrar al aula. Hace tiempo que no pasábamos tanto tiempo juntos.

—Te extrañaba —confesó Luck.

—Yo igual —le sonreí y le tiré una papa al rostro. Luck siempre fue muy unido a mi sin embargo, me mantuve alejada lo más que pude, el saber que mis amigos corrían peligro me estaba matando. Ellos no merecían estar en ese mundo lleno de oscuridad.

—Hey, vuelve —hizo un chasquido con sus dedos.

—Oh, lo siento. —elevé mi mano para tocar su cabello —aquí estoy, hermanito.

—Mady, te dije que no me digas así —bufó.

—Lo sé, es que me gusta la cara que pones cuando lo menciono —me encogí de hombros y sonreí.

—Eres malvada, Madison Forbes —sonrió de lado y se abalanzó para hacerme cosquillas.

—¡Ya basta, Luck! —dije entre risas —Déjame respirar.

—Voy a parar cuando admitas que no soy tu hermano —espetó Luck.

—Eso jamás —fruncí el ceño en el momento que él paró y quedó mirándome a los ojos, colocó su cara de pocos amigos y dijo:

ENTRE DAGAS Y COLMILLOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora