Narra Akito
Era muy temprano y ya estaba listo para ir a la escuela. Por que como el adolecente aplicado y responsable que soy, ya no tienen que levantarme. ¡Mentira! Salté de la cama como un resorte cuando sentí el “cálido” saludo de una cubeta de agua fría sobre mí cuerpo.
— ¿Por qué me despiertas asi papá?-me quejé mientras temblaba ligeramente. Esto debería considerarse como maltrato a menores.
—Porque es la décima vez que tú madre me manda a levantarte—se encogió de hombros y bostezo. Apuesto lo que sea a que también tuvo problemas para despertarse, después de todo ese mal habito me lo heredo a mí—Ahora toma una ducha rápida y termina de empacar Akito—suspiró y salió cerrando la puerta detrás de él.
Bufé un poco molesto, aunque no puedo quejarme demasiado. Si algo tengo es que me parezco mucho a mi padre. Mi mamá dice que soy su vivo retrato de cuando él era joven. Cabello color rojo natural, ojos azules y piel ligeramente tostado. En fin, déjenme explicarles que está pasando. Mis padres son dos famosos Restauranteros de comida tradicional japonesa. Asi que ambos pensaron que enviarme a un internado a estudiar era la opción correcta para convertirme en alguien responsable.
Honestamente no me hace muy feliz ir ahí. Sé que mi familia tiene dinero, pero el instituto Ashura Seiran está lleno de chicas y chicos mimados. Después de darme una ducha con agua caliente, metí todo lo que encontré en las maletas. No soy una persona organizada pero prefiero hacerlo yo antes de que mi mamá tenga la gran idea de venir a ayudarme.
— ¿Terminaste de empacar cariño?—como si la hubiera invocado con el simple pensamiento, una voz femenina se escuchó detrás de mí haciendo que diera un pequeño brinco del susto.
—Ma-Mamá…no escuché en que momento llegaste—reí nervioso, cerrando la maleta al instante.
—No quería asustarte, es solo que me preocupaba saber si habías empacado todo lo necesario—poso la mano sobre su mejilla y me miro preocupada.
—Terminé de guardar todo ayer, solo estaba confirmando—no podía decirle que solo metí cosas a diestra y siniestra.
— ¿Llevas suficiente ropa? ¿Zapatos? ¿Útiles escolares? ¿Celular? ¿Pasta de dientes?—asentí a cada una de sus preguntas, era como si hubiera elaborado una lista previa en su cabeza— ¿Calzoncillos limpios?—mis mejilla se incendiaron al instante.
— ¡Mamá! Ya soy un adolecente, llevo todo conmigo—adoro a mi mamá, pero es una experta en avergonzarme.
—Lo sé, pero es que me causa tanto sentimiento que mi bebé se ira de casa—fingió quitarse un par de lágrimas falsas con su mano y se acercó a capturarme en un abrazo asfixiante.
—Sé que me amas, pero me estoy ahogando mamá—susurré luchando por mantener un poco de aire en mis pulmones.
—Perdóname, a veces olvido que no estás acostumbrado a que te abrace tan fuerte—dijo repartiendo besos por mi rostro llenándome de marcas de labial.
—Acabo de darme una ducha—suspire y sonreí cuando limpio mis mejillas con un pañuelo—voy a extrañarte mucho mamá. A ti, a papá y principalmente a tú comida—hizo un puchero por lo último que dije, pero luego me sonrió.
—Baja tus maletas, te preparare un obento para que comas cuando llegues a la escuela y no mueras de hambre—ahí estaba otra vez esa expresión de preocupación—solo dios sabe si la comida de ese lugar es nutritiva. Si tienes problemas llama a mamá y hare que tu padre me lleve hasta la escuela a cocinarte algo.
—No es necesario, estaré bien. Además se supone que en mi dormitorio compartido hay una cocina pequeña. Ustedes me han enseñado bien el arte de la cocina—Golpeé mi pecho orgulloso.
Tomé mis maletas y sali con dirección a donde el taxi me estaba esperando. Mis padres querían llevarme pero les dije que no, porque si lo hacían sería más triste. No debía mirar atrás, porque si veía de nuevo a mi mamá no podría marcharme. Cuando llegué abajo mi papá me atrapo en un abrazo paternal que no dude en corresponder. Siempre hemos sido muy abiertos con las muestras de cariño y a mí no me da pena recibirlas.
—Los veré el próximo mes, vendré a casa a verlos—me giré sobre mis talones y prácticamente corri al taxi. Espere a que el taxista subiera las maletas y que arrancara el auto. Fue ahí cuando le dije adiós a mi querido hogar.
Espere a estar lejos para desabrocharme el saco y quitarme la molesta corbata escolar. La ropa formal no es mi fuerte, me resulta incómodo usarla. Pero mi mamá me hubiera dado un buen sermón si no me hubiera visto usarlo correctamente. Metí la mano en mi bolsillo para sacar un pequeño estuche y de él saque un arete color negro. Lo coloqué en mi oreja derecha y me sentí mucho mejor.
El resto del camino lo pase enviando mensajes y navegando en las redes sociales. Cuando llegamos solo tome mis maleras y le agradecí al amable taxista por llevarme. Mis padres ya le habían pagado asi que no me preocupe por eso. Miré a mi alrededor, solo unas cuantas personas rondaban el lugar. Seguro porque había legado con un par de horas de retraso y casi estaba anocheciendo.
Me puse los audífonos con música a todo volumen y me encamine a mi dormitorio. No tarde mucho en dar con la placa del dormitorio 18B. Estaba emocionado por conocer a mi compañero de cuarto. Con suerte seria alguien divertido. Respiré profundo y abrí la puerta.
—Esto debe ser una broma—mascullé dejando las maletas en el suelo. Sentado en una de las camas había un pelinegro de gafas que…se veía como la persona más recta y aburrida del mundo.
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Pues este es el capítulo número dos, espero que les haya gustado. Aunque no pasa nada interesante todavía. Pero se aproxima ewe.1)¿Se nota mucho la diferencia entre las familias?
Este episodio va dedicado a: @viteso por ser el primer comentario ;)
P.D: perdonen si hay guiones cortos, cuando lo pongo en Wattpad me los cambia TwT

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Best (Boy)Friends
أدب المراهقين*Esta es una historia esta escrita por mi y por Tsubasa Uchiha. Ella se encargara de las acciones de Uchiha Kyouya y yo de Akito Nibras. *Los nombres usados y la historia es puramente ficticia (seria genial que fuera real pero no todo se puede en la...