Comprando

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Avanzamos y seguimos nuestro camino hasta que paramos en lo que parecía una tienda, pero según mi opinión era una armería mágica.

Había un letrero que decía: Ollivander: Desde 382 A. C., se ha hecho una buena varita mágica. En la ventana polvorienta al lado de la puerta, una varita mágica estaba puesta sobre el descolorido cojín púrpura.

Entrando a la tienda, un hombre de ojos claros estaba en el mostrador, este debería ser el dueño....

"Señor Olivander, buenos días, necesito una varita para una estudiante de Hogwarts" dijo Hagrid acercándose mientras saludaba.

"Oh, es bueno verte Hagrid, un recién llegado, dejame ver que tipo de varita te conviene" dijo sacando una cinta métrica de su bolsillo. "¿Que brazo usas para la varita?" preguntó el señor.

"Con la mano derecha" dije mientras el asentí a feliz, parece que le gusta su trabajo.

La cinta métrica ahora estaba en mi cuerpo, como una soga midiendo cada parte de mi, si no supiera que esto es necesario, pensaría en llamar a servicios infantiles o al FBI.

Pero tan rápido como la cinta se me pego, se retiro, el pareció sacar una varita mientras me llevaba a un lugar donde había una diana.

"Varita de Roble y pluma de hipogrifo. 9 pulgadas, bastante rígida" dijo mientras me daba la varita, mientras señalaba la diana.

Cómo si fuera una orden, dirigi mi maná hacia la varita la cual violentamente disparo hacia la diana sin control con mucha fuerza....

Mire al hombre quien pareció ignorar eso mientras sacaba otra varita, "Prueba este, madera de Arce, sangre de dragon, 10 pulgada y media, un poco áspera"....

Esa y las siguientes nueve varitas parecieron no convencer al propietario, a mi tampoco la verdad, es como si la varita respondiera con violencia, cuando solo quería darle un poco de maná....

Raro, es como si la varita tuviera conciencia propia...

O eso fue hasta la siguiente varita.

"Varita de Roble oscuro, sangre y veneno de Acromántula, 10 pulgadas y media, una varita normal pero de color negro.

Una vez la use, la varita lanzó un disparo de maná normal, sin enemistarse ni actuar violentamente.

"Perfecto, encajas muy bien con esa varita" puso la varita en una caja negra larga, la envolvió en papel marrón y dijo: "Una varita de Roble oscuro, sangre y veneno de Acromántula de 10 pulgadas y media, una varita que usualmente lastima a quien no quiere como dueño, raro y excelente"

Hagrid luego guardo la caja junto a mi maletin, el cual solo tenía una manta y una pulsera con varias rocas verdes falsas, cosas del orfanato. Yo le pague al hombre 8 galeones, ya que ese era el costo de la varita.

"Que tenga un buen día" dijo el señor Olivander mientras salíamos de la tienda de varitas.

"¿A donde nos vamos ahora?" le pregunté a Hagrid, el cual me dirigió la mirada temporalmente, para que después vuelva su vista al frente.

"A una tienda de libros que necesitarás para tus clases, junto a unos artículos que si quieres puedes, comprar, pero no te aconsejaría comprar cosas que no utilices" dijo mientras caminábamos por la calle.

"Ya veo, gracias Hagrid, eres una buena persona" dije, pensé que sería un hombre controlado por Albus o algo así, pero parece no ser el caso, con mis ojos pude ver su alma, gracias a mis ojos puedo ver cuando alguien no es bueno, a través del color del alma, como saben aun puedo usar mis ojos, y algunas características definen el alma de uno, algo que simplemente explicaré otro día, pero mientras más brillante sea el alma será más buena, mientras que si es más oscura es más malvada, por eso la primera vez que vi mi alma sabía que era rara, ya que era como una luz brillante verde envuelta en oscuridad, era tan extraño....

Otra vez.... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora