.:: The Sweetest Thing ::.
#27
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«—¿Alguna vez has pintado algo?
—Sí, pinté un par de lienzos para el curso de Expresión Gráfica de la Universidad. Luego nos dedicamos a manejar el 3Dmax».
Su sonrisa...
Su sonrisa y sus palabras vienen a mí sin proponérmelo y vuelvo a recordar por enésima vez en el día, la calidez de su mirada, una que me llenó hasta el alma y reconfortó al apático monstruo que vive en mí. Y no sólo eso, sus actitudes me han generado mucha curiosidad. Quiero saber más sobre ella, quiero apreciar sus pinturas, quiero entender por qué cambió el papel y la tela por una estúpida Tablet, aunque no puedo negar que sus bosquejos digitales son impresionantes...
Creo que hay algo más en ella que no he dado crédito, pero ¿qué puede ser? Al menos es reconfortante saber que ama el carboncillo tanto como yo y que tiene trazos muy sutiles. ¡Oh, diablos! ¿Qué me está pasando?
Será que sigo muy intrigado por su fascinación por la arquitectura egipcia o por aquellos castillos y palacios de shōguns y emperadores del siglo XIV que tanto me encantan. Sí, eso es.
—¿Li?
Alguien empieza a toser y recibo un golpe bajo la mesa. Estoy a punto de maldecir cuando noto que seis pares de ojos me están observando con aprehensión. ¡Demonios! ¿Y ahora qué?
—¿Qué opina arquitecto Li? ¿Cree que podría ser factible?
Siento sudar frío. Carajo, ¿de qué cosa están hablando?
He perdido la ilación de lo que estoy haciendo, algo que ya es muy frecuente en mí desde la semana pasada que estuve con la neófita a solas, admirando sus dibujos.
El silencio se vuelve incómodo, ellos esperan una respuesta.
—Sí, claro —titubeo y los Kobashibawa sonríen, menos mi jefe que sólo me observa con el ceño fruncido.
—Perfecto. ¿Ya vio, doctor Takayama? Su arquitecto siempre tan eficiente. A fin de mes tendremos todo listo para la inauguración.
Entorno los ojos.
—Hoy mismo llamaré a Kagün para darles detalles en exclusiva de nuestro nuevo proyecto. Tendrán la portada perfecta y ¡Sonomi estará encantada! —exclama la señora Kobashibawa con efusividad, por poco y tira el café de su mesa. Me recuerda a la neófita, cada vez que algo le parece bien da saltitos y tararea una melodía.
Dios. Otra vez pienso en ella y para colmo mientras el mundo está a punto de arder.
Minutos más tarde, los esposos se despiden y cada uno vuelve a su lugar de trabajo, a excepción de mi jefe que me detiene antes de que ingrese al ascensor:
—¿Sabes a lo que te estás metiendo, Shaoran? —Masculla—. Estás poniendo mi fiesta en juego.
—Haré que funcione, doctor.
—Eso espero. Para mañana necesito el presupuesto y la lista de materiales, ¿entendido? —me queda mirando con ojeriza, aunque puedo jurar que noté algo más en el brillo carmín de sus ojos.
Regreso a mi oficina y decido revisar los apuntes que Sakura hizo sobre la dichosa fiesta. Ella no está, debe encontrarse en la universidad rindiendo sus últimos exámenes de pregrado. Dentro de una semana será egresada y se la pasará todo el día aquí, con su mochila de arcoíris y su vivaz sonrisa. Mierda. Será la distracción de todos. Quizá no me molestaría tanto si no vistiera con esas pañoletas raras y anduviera dando saltitos con Kyo o Kaito por allí. ¡No entiendo qué les ve! Los últimos días ha tenido un trato muy heráldico y cortés conmigo, pero con ellos es más resuelta y risueña, ¿qué de diferente hay con esos dos? Ambos son unos malditos pervertidos.
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The Sweetest Thing | Sakura y Shaoran |
FanficSyaoran Li es un excelente arquitecto, que trabaja para una de las constructoras más exitosas y reconocidas de todo Japón. Es un hombre serio, muy arraigado a sus costumbres y con una vida perfectamente estructurada que un día da un giro total cuand...