—¿Cómo te sientes?
La mujer mirando la ventana no se dio vuelta cuando un hombre entró por la puerta haciéndole aquella pregunta. Ya
habían pasado tres horas desde que fue ingresada al hospital, dos exactamente cuando despertó acostada en la camilla y como se alertó creyendo que otra vez estaba en el psiquiátrico tuvieron que cedarla. Entonces podría decirse que apenas hace una hora está lucida.Gotas de lluvia se deslizan por la ventana, la fuerte tempestad agita los arboles a lo lejos, las calles se inundan y los gatos callejeros buscan refugio bajo los techos de las casas o las tiendas de conveniencia. Personas corren con sus paraguas hacia sus hogares, mojándose sus zapatitos de lodo. Otros entran a las cafeterías en busca de calor y alimento.
La mujer sintió envidia por aquellos que estaban fuera del hospital, hacía tiempo que no salía a mojarse. En su ciudad es muy extraño que llueva, en
la mayoría de las estaciones siempre hay sequía.—Este clima me recuerda a aquella noche que pasamos en Italia cuando estaba embarazada. Rentaste un auto color amarillo para pasear, bromee con ponerle a nuestro hijo el nombre de ese coche y me amenazaste con el divorcio. Cuando íbamos de regreso para el hotel un vehículo se impactó contra nosotros.
»La mayor parte del daño me lo llevé yo. Recuerdo que gritabas que alguien llamara a una ambulancia porque me encontraba herida. Estuve apunto de perder a mi bebé, los doctores dijeron que la operación era muy riesgosa, pero debían hacerla o moriría. Recuerdo que
en la camilla me condujeron a máxima velocidad al quirófano, tu corrías a mi lado sosteniendo mi mano, llorando y suplicando que no te abandonara, me pediste que luchara por mi vida, y me juraste que si el bebé nacía le pondrías el nombre del vehículo amarillo que tanto me gustaba a mi.—Y entonces nació y lo nombramos Fiat— El ex esposo concluyó el relato de su mujer —. Fiat, el nombre del automóvil Italiano que conducía aquel día.
—Exacto. Para mi el nombre de Fiat tenía mucho significado, me recordaba aquel accidente, me recordaba que no importaba cuan doloroso o agonizante fuera una situación, al final lucharía y sobreviviría. Creí eso fielmente.
—No lo sabía..
—Seguro no, así como tampoco sabías que crecí creyendo que me necesitabas.— Giró hacia él—. Cuando ese terrible accidente ocurrió de verdad creí que jamás podrías vivir sin mi, le rogué a Dios que me salvara porque no podía soportar la idea de dejarte atrás.
—Esto y aquello son cosas distintas.
—¿En qué son diferentes? ¿En uno casi pierdo la vida y en otro me volví loca? ¿De verdad crees que quería hacerle daño a Fiat o ponerlo en peligro?
—¿Y qué me dices de hoy? Te encontré siendo sometida contra la mesa por un producto de tu imaginación. Tu estado mental es tan poderosa que acabas al borde del suicidio.
—No trataba de suicidarme, luchaba.
—¡Contra algo inexistente! ¿Crees qué los forenses diagnosticarán tu muerte como defensa propia contra el diablo de tu mente? ¡No! Cualquier que viera la escena pensaría que fue un suicidio.
—¡¿Y qué mierda quieres que haga?!— Le arrojó el jarrón sobre la mesa el cual se quebró al otro lado de la habitación—. ¿Quieres qué vuelva a ese maldito hospital psiquiátrico para no ser una carga para ti? ¿Prefieres que pase mis días drogada en lugar de combatir con mis alucinaciones? ¿Entonces por qué mejor no me dejaste morir en aquel accidente?
—¡Estás siendo irracional!
—¿Irracional?— Se quitó el suero del brazo y puso en pie, del coraje ni sintió el dolor de su piel vendada y cosida con puntadas—. ¿Quién fue el imbécil que me encerró en un hospital en lugar de comprender qué me estaba pasando? ¿Quién fue el que me juró amarme en la salud y en la enfermedad, pero tan pronto me diagnosticaron se marchó? ¡Mis padres murieron, tú eras todo lo que yo tenía! ¿Cómo pudiste hacerme eso? ¡Yo te necesitaba!
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Don't Say No| Estrategia Para Conquistarte
FanfictionFINALIZADO ✔ Fanfic de los personajes principales de Don't say No y también pareja secundaria en Tharntype.