Capitulo 2

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—Félix, amado mío, te he extrañado tanto. —se recostó en la cama, abrazándose a la cintura del menor.

» Hoy los chicos estuvieron más pesados que nunca, en especial Chris, quien insistía en que no nos viéramos a solas, ¿puedes creerlo? Ya estamos bastante grandecitos para necesitar un chaperón. Fue raro, ¿por qué desearía estar con nosotros? Siempre dijo que odiaba ser mal tercio y ahora esto. —escuchó a Félix soltar un suspiro y asintió.

» Que frustrante, lo sé, ni siquiera tienes que decir algo, te entiendo. A veces desearía poder quedarme aquí todo el día, igual que tú... pero bueno, alguien tiene que ganar dinero para vivir y ese no serás tú cierto, ¿cierto?

El estómago de Félix hizo un extraño ruido.

—¿Tienes hambre? Prepararé algo de cenar, ¿por qué no eliges una película?

No esperó obtener una respuesta, se alejó del abrazo y fue a la cocina para preparar algo de ramen.

Félix, amado míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora