Capitulo 3

87 12 0
                                    

Cuando Changbin salió de su última clase le sorprendió un poco no encontrar a alguno de sus amigos esperando por el en el salón. Trató de no darle mucha importancia, concentrándose en repasar la lista de compras que estaba guardada en su chat con Félix. Sonrió al ver la foto de su amado, sonriendo ampliamente por el pequeño besito que Changbin le daba en la sien.

—¡Hey, Bin! —el mencionado levantó la vista de su celular, encontrándose a su grupo de amigos frente a su auto.

Un mal presentimiento lo invadió; aquello no le gustó.

Guardó el teléfono en su bolsillo, devolviendo el saludo a Minho con un ademán.

—Hola, chicos, ¿pasa algo?

Todos se mantenían serios, compartiendo miradas discretas entre ellos, aunque claro, no tan discretas porque Changbin notó cada una de ellas. Cuando buscó entre su mochila las llaves de su auto todos parecieron reaccionar.

—¿A dónde vas? —preguntó Hyunjin abruptamente. Changbin enarcó la ceja.

—De compras.

—¿Quieres que te acompañemos?

—Creo que puedo solo con limpiador de piso, verduras y aromatizante, Jisung, gracias.

Los chicos comenzaban a irritarlo, ¿por qué no podían ser amigos normales?, ¿porque tenían que hostigarlo hasta el cansancio?

—Iremos a ver a Félix hoy. —soltó Jeongin.

—Bien.

Trató de llegar a la puerta de su auto, pero Seungmin se interpuso, obligándole a dejar de avanzar. Quiso empujarlo de su camino, pero imaginar a Félix molesto cuando le contara lo hizo detenerse.

—¿Por qué no nos acompañas?

Observando los ojos cafés de Seungmin y las pequeñas ojeras mal escondidas con maquillaje, Changbin recordó la sonrisa de Félix cada que lo abrazaba por la espalda, como el más alto soltaba un suspiro, pero no se alejaba, dándole al rubio la oportunidad de estrecharlo más tiempo.

Finalmente sonrió, Félix siempre lograba hacerlo sonreír, incluso sin estar presente.

—Debo hacer las compras, chicos, saben que aprovecho cuando salgo temprano para hacer todos los pendientes de la semana. —respondió en un tono más calmado.

Chris se acercó y lo estrechó entre sus brazos, tomándolo por completo por sorpresa.

—Un día deberíamos ir todos juntos.

Changbin asintió. Cuando el abrazo terminó todos se despidieron de él, excepto Minho, quien se limitó a observarlo solo un momento, pero lo suficiente para que se sintiera incómodo.

Félix, amado míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora