SY: -No puede ser...- Jin -Llamé su atención con calma, aún me tenía abrazada- Entra de inmediato y recojan todo, nos vamos en este mismo instante -Dije de pronto-
JN: -Quise separarme por impulso, pero ella me detuvo-
SY: No entres en pánico, pero al cruzar la puerta háganlo todo rápido, yo volveré en unos instantes -Fui clara-
JN: ¿Y si no? -Debatió-
SY: Las chicas ya saben que hacer... -Aclaré, él asintió y con mucha calma entró a la casa-Ahora la ex doctora estaba por hacer una locura...
Revisando todas las armas que traía consigo y comprobando que estuvieran cargadas, bajó los escalones y avanzó por el patio de la casa, saltó la cerca y cruzó la calle hacia la casa de en frente, ese sujeto de verdad quería que lo mataran.
"¿Cómo rayos llegó hasta aquí?" Pensaba Sayuri, ya que el desconocido pudo haberlos matado a Jin y a ella desde hace minutos.
Saltó la cerca de esa casa, con arma en mano y tomando un gran respiro antes de ingresar, abrió la puerta de una patada.
Con paso lento y con cautela Sayuri dió un par de pasos, la casa estaba intacta, como la mayoría de viviendas en esos días, porque literalmente la gente salió huyendo con lo que andaba puesto. La susodicha estaba segura que al tipo ya lo había visto dos veces, una cuándo salió con Megu y les había ordenado detenerse, y la otra cuando lo dejó encerrado, ese sujeto debería ser algún tipo de rastreador o parecido; sin embargo, el muy afortunado logró rastrearlos, los siguió y estaba ahí sin ellas saber hace cuánto tiempo, poniéndolos en peligro.
Probablemente el desconocido se movilizó del piso de arriba dónde Sayuri lo había visto, estaba claro que él ya se había dado cuenta que lo vieron y que iban a ir por él, pero estaba en las manos de la doctora que no escapara, como medida de precaución en uno de los cajones de la cocina ella encontró grasa para auto en una botella, lo tomó y en el pasillo hacia la entrada dejó un riachuelo de esa misma grasa.
Lento abrió la primera puerta... Al observar la casa, el sujeto cerró todas las puertas con intenciones de confundirla y era obvio que Sayuri las abriría todas buscándolo, pero por su mente pasaba que para haberlas buscado con tal minuciosidad sus intenciones no eran escapar, si estaba ahí era porque algo quería, de ser lo que Sayuri estaba pensando estaba muy equivocado.
Con cautela ella se fue acercando y al mismo tiempo apartando algunas cosas del suelo, tomó el jabín de la siguiente puerta y abrió rápido apuntando con el arma, era la habitación de un niño, pequeña sin nada en específico, pero el desconocido no estaba ahí.
Al lado había otra puerta, pero para su mala suerte no se escuchaba nada, ni siquiera como para pensar si abrirla o no, pero al decidirse abrir fue exactamente lo mismo, sólo que esta vez era la habitación de una niña, si el objetivo del universo era mortificarle la existencia con esas imágenes, lo estaba logrando.
En la siguiente parte del pasillo sólo quedaban dos puertas, si estaba en esa planta debería estar en una de esas dos, según la lógica que Sayuri utilizaba, si el hombre era un tipo inteligente cómo para lograr llegar sólo hasta ahí, la última puerta no sería porque no tendría a dónde ir, así que las probabilidades apuntaban a que era la anterior a la última y sinó entonces debía buscarlo en el segundo piso que para él podía ser peor la situación, a menos que sea un masoquista y opte por tirarse por alguna de las ventanas de arriba.
Tomó el jabín y justo antes de abrir escuchó un pequeño ruido, había acertado.
Decidida entró de golpe... ¡Pero no había nadie!SY: ¿Qué rayos...? -Susurró al no ver absolutamente a nadie-
Justo en ese momento Sayuri recordó una cosa, que debía hacer todo como siempre lo hacía... En silencio.
La ex doctora confío plenamente en que el sujeto estaría en esa habitación, pero el sonido de su gran entrada la colocó en desventaja.
En segundos, a su espalda la atacó un enfermo, este se encontraba detrás de la puerta y ella no logró percatarse a tiempo, el ruido que anteriormente había escuchado lo había hecho él, no el hombre que buscaba.
Al voltearse, el enfermo se le abalanzó sobre ella y exactamente en ese momento miró pasar al desgraciado sujeto frente a la puerta... Sí estaba en la última habitación.
La caída provocó que Sayuri soltara el arma cayendo lejos, con su antebrazo izquierdo intentaba que el infectado no la mordiera, para algo le tenía que servir el exagerado uniforme que Mina había hecho para ella; con el otro brazo disponible trataba de sacar el cuchillo de su cinturón, el infectado era algo grande, pero con un poco de esfuerzo logró apuñalarlo en el cráneo.
Al quedarse quieto, ahora muerto de verdad, Sayuri se quitó al enfermo de encima, se levantó corriendo y logró alcanzar al tipo que al encontrarlo estaba intentando ponerse de pie al resbalarse con la grasa, por la cabeza de la Doc pasaban dos opciones de lo que iba a hacer en ese instante, pero ninguna de ellas era dejarlo escapar, ahora la grasa en el piso que ella misma colocó le jugaría en desventaja.
Arriesgándose un poco, decidió saltar disque para no resbalar y se abalanzó sobre él; ambos cayeron al suelo y de un golpe le hizo soltar el arma, el tipo cayó boca abajo al sentir el peso de la susodicha, así que era una ventaja, fue entonces cuando ella lo tomó por el cuello para asfixiarlo, pero el sujeto logró darse vuelta atrapándole una pierna con el peso de su cuerpo.
El desconocido tomó a Sayuri del pañuelo que cubría su rostro y al traerlo amarrado alrededor de su cuello, este decidió chocar su cabeza contra la de ella... Aunque le haya dolido a él también, hizo que la chica lo soltara, se incorporó y a resbalones buscó el arma; sin embargo, a Sayuri no le importó que la cabeza le diera mil vueltas, lo tomó del pie antes de que se alejara y lo jaló hacia ella haciéndolo caer de nuevo, ayudándose con las paredes lo arrastró un poco hacia dentro de la casa, pero por sorpresa el sujeto sacó un cuchillo que guardaba en su bota derecha y la atacó rompiéndole la manga, dejándole un ligero corte en el brazo.
La mujer lo soltó y retrocedió, ambos lograron ponerse de pie, pero el hombre sacó otro cuchillo y ya estaba armado en ambas manos y claramente no dudó en atacar.
Esquivando y con una maniobra improvisada, la ex doctora golpeó su brazo derecho, logrando que soltara el puñal, rápido ella lo tomó y contraatacó hacia su cuello; no alcanzó a cortarlo, pero aprovechó el impulso y lo pateó en el estómago.
Con el tiempo que ese golpe le consiguió, salió por la entrada buscando el arma del tipo, era evidente que de las tres hermanas la experta en armas no era ella y para su desgracia cuando alcanzó el arma, al ser un arma diferente no pudo quitarle el seguro a tiempo y el tipo la tomó por el cuello, ella soltó el artefacto sabiendo que sino usaba sus manos para que no apretara tan fuerte, moriría asfixiada; la fuerza del desconocido era bastante notoria, al tener el control la llevó hasta el interior de la casa mientras seguía presionando, si Sayuri no hacía algo, iba a ser su fin.
Pasando miles de pensamientos por su cabeza, notó que básicamente todavía tenía sus pies sobre la tierra, es decir, el hombre no era tan alto comparado a su estatura, ahí agradeció su 1,68cm.
En lo que arrastraba a Sayuri hacia dentro, con sus largas piernas se sostuvo de uno de los sofás y lo desequilibró, pero no la soltó y fue cuando sintió un dolor en la nuca, el sofá cayó y cayeron ambos al suelo.
A punto de empezar a ver unicornios, la chica recuperó el aire y se giró dándole un par de puñetazos en el rostro, se reincorporó tambaleándose un poco y le terminó de tirar el sofá encima; salió corriendo a la habitación dónde había dejado su arma, escuchó un estruendo y estando a punto de tomar el arma, el tipo la alcanzó, tomó su pie y se abalanzó sobre ella con un cuchillo a punto de tocar su garganta; de verdad que ella agradecía haber desarrollado excelentes reflejos, ya le habían salvado la vida más de una vez, así que interpuso su pierna para regular la fuerza que ejercía el sujeto hacia ella e intentando salvar su vida en cinco míseros segundos alcanzó la correa del arma, la tomó y le pegó en la cabeza, no logró noquearlo, no obstante, en instantes tomándola con ambas manos disparó...
Hubo silencio... Pero el arma no tenía silenciador, lo que sólo significaba... Problemas, debía irse de inmediato de ahí.
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ERA APOCALYPTIC
Fiksi PenggemarUn virus nuevo y mortal fue desarrollado en una de las bases mas interesantes del mundo, donde también se creaban vacunas contra distintas enfermedades y otros microorganismos; un día aparentemente por accidente una persona confundió los nombres de...