«Dylan masa»
Llegué en bicicleta a la terminal, deje la bici en la vereda y corrí hasta una ventanilla para comprar un boleto. Al comprarlo sentí un gran alivio al tenerlo en mis manos.
—¿A qué hora sale? —le pregunté y la chica tras la ventanilla miro su agenda.
—Sale a las ocho de la noche, le queda algo de tiempo —respondio la chica y abrí mis ojos sorprendido.
Eran las 9 de la mañana, tenía que esperar una eternidad para poder ver a mi novia…
Salí de la terminal, iría a desayunar algo aunque sea, no me ayudaría de nada desmayarme y despertarme al otro día.
Pensé en Tori mientras caminaba a mi casa. ¿Que habrá pasado para que se fuera así? No era normal, o sea, arreglamos de irnos juntos y estaba todo bien entre nosotros…
¿Y si le pasó algo? Capaz en su casa, o lo peor que me me llega a la cabeza es que me haya visto con Melina… Quizá mal entendió todo.
Entre a mi casa después de llegar, puse la pava y busque unas galletitas, encontre unas saladas y las puse sobre la mesa. Tire la mochila que venía cargando en mi espalda desde hoy temprano, ahí dentro tenía lo necesario para sobrevivir al menos una semana allá en rio negro.
Cuando estaba por tomarme el té escuché tres golpes en mi puerta, me levanté cansado para ver quién era. Al ver el pelo largo de una mina pensé en Melina.
—flaca deja de joder y andate a tu casa —le dije mientras abría la puerta con enojó. Del otro lado ví a Sara mirarme de arriba a abajo con preocupación.
—Para un toque Dylan, vine a ver si estabas bien —dijo Sara mientras entraba a mi casa y se sentaba en una silla.
—No me digas que todo el mundo se entero lo que me pasó —dije y Sara me miró confundida.
—despues me contas, ahora quiero saber saber que onda con vos porque Nicolás apareció en el curso celebrando que te había sacado a Victoria de encima —dijo Sara y yo me acordé del pelotudo ese.
—apenas lo vea lo cago a piñas, va a saber quién es Dylan Masa —le dije a sara mientras le daba un sorbo a mi té —seguime contando.
—despues lo ví hablando con Melina, se ve que los dos estaban armando algo para separarlos a vicki y a vos. Me enteré gracias a todo el colegio que Melina te clavo un beso y que victoria los vió —dijo Sara y casi expulsó el té por la nariz.
Mis teorías eran ciertas.
—¡¿Que!? —pregunte mientras miraba a Sara con susto. —La puta madre, por eso se fue así nomás…
—¿Quien se fue? —pregunto Sara y yo tapé mis ojos con frustración.
—Vicki se tomó el palo, se subió a un micro y se fué. Con lo que me decís estoy seguro que lo que la impulso a irse fue verme con Melina a "los besos" —dije haciendo unas comillas —Nicolas y Melina tienen la culpa de todo esto, la estúpida de Melina me forzó a besarla.
—Si Vicki se fue, ¿Por qué no vas a buscarla? Yo te acompaño, Dylan —dijo Sara y negué nuevamente.
—No se fue al centro a pasear, se fue a rio negro y dudo que el viaje hasta allá sea corto —dije y Sara me miró triste —no pongas esa cara, tengo el pasaje y ahora a las ocho me voy en un micro.
—¿Tan tarde? —pregunto Sara con frustración y yo asentí.
"<3"
—Estuve solo por toda la ciudad dando vueltas en la bicicleta, y te juro que no la encontré por ningún lado… —le dije a sara, ambos nos encontramos tirados en el sillón de mi casa.
Yo dejaba algunas lágrimas caer y soltar todo lo que me venía aguantando.
—Pero valió la pena, Dylan, pensa que ahora tenés un boleto y vas directo a encontrarla —dijo Sara y yo asentí mientras veía la hora. Eran las 18:45. —No llores más que te vas a quedar sin lágrimas, mejor mostrame lo que te vas a llevar y déjale una nota, aunque sea, a tu mamá.
Le hice caso a Sara y escribí una nota para mí mamá y la pegué en la heladera. Después de eso le mostré mi mochila a Sara.
—Dylan no podés llevarte esa mochila sola, prepará un bolso cómo la gente —dijo Sara mientras iba a la pieza de mi mamá y buscaba un bolso. Encontró uno metido al fondo del ropero, lo puso sobre mi cama al entrar en mi pieza y después metió todo lo que yo tenía en mi ropero.
—no metas toda mi ropa, me va a doler la espalda después —le dije y ella no me hizo caso.
—traeme una manta o algo, te vas a llevar una por si no encontras donde quedarte a dormir los primeros días —me dijo Sara y yo le hice caso mientras volvía a la pieza de mi mamá, busque una manta abrigada y se la entregué a mi amiga —te va a doler la espalda, pero esto te va a abrigar cuando estés allá.
—No creo que haga tanto frío, Sara —me quejé y ella metió un abrigo en el bolso.
—El bolsón no es como Buenos Aires, Dylan, allá cae nieve cada dos por tres —me dijo Sara y mi mente imagino a victoria y a mi encontrándonos en medio de la nieve, medio cliché.
—Bueno mamá, muchas gracias, pero ya son las siete y me tengo que ir a la terminal —le dije jodiendo y Sara asíntio mientras cerraba el bolso.
—Vamos, te acompaño —dijo Sara y le sonreí, era muy buena amiga.
Salimos de casa y nos dirigimos a la terminal. Al llegar ví un cartel con el número de viaje que tenía yo, había una gran fila de gente con bolsos en manos.
—bueno, creo que es hora de despedirnos —le dije y Sara hizo una mueca de tristeza.
—te quiero, dylan… Te voy a extrañar banda cuando pase por afuera de tu casa o cuando vea tu rincón del patio en el colegio. —me dijo Sara mientras me abrazaba, sonreí y apreté el abrazo con más fuerza.
—Por fin me decís que me querés, fría de mierda —le dije y ella se separó de mí, la ví con lágrimas en sus ojos.
—Cuando consigas un lugar donde quedarte llámame, manteneme al tanto de todo y ojalá algún día podamos volver a vernos —dijo Sara y asentí mientras le daba un último abrazo.
—Promesa, espera atenta al teléfono que te voy a llamarte y contarte que tal todo allá —le dije y un señor nos interrumpio.
—Señor ya puede ir ingresando al micro —dijo el señor y note que ya todos estaban dentro.
Asentí y me despedí de Sara, camine con lentitud al micro y entregué mi pasaje. Busque mi asiento y me senté, saludé a Sara por la ventana como cuando sos chiquito y te vas de excursión.
Creo que una nueva etapa de mi vida daba comienzo…
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Y estoy solo en esta ciudad…
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Ella; Dillom
Fanfiction💌 ── Dónde Victoria sufre violencia intrafamiliar y encuentra refugio en brazos de la persona que menos esperaba... Dylan. © Completamente mío, heaveness