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«Victoria Echeverría»
Era Lunes, había vuelto a faltar al colegio y seguía encerrada en mi pieza. Ya me sabía de memoria todos los detalles que se encontraban en las cuatros paredes de mi habitación. Hoy me habían dejado salir de mi pieza para darme una ducha, pero después mi papá me volvió a meter en la pieza.
Piensa que por estar encerrada voy a aprender mi lección… Ni siquiera sé porque me hace esto.
Eran alrededor de las cinco de la tarde, mi papá había salido como todos los días y mi mamá estaba en los chinos comprando la mercadería. Estaba leyendo uno de los libros del colegio cuando escucho que tocan mi ventana tres veces, rápidamente me levanté y abrí la cortina.
—¡Dylan! —exclame abriendo la ventana y sonriéndole al rubio. Note que el sonreía sin mostrar los dientes, me pareció medio raro.
—¿Estás mal, no? —pregunto y yo bajé la mirada.
—Pesimo, mira como tengo el ojo —dije y negó apenado.
—Mira yo como tengo el diente —dijo abriendo su boca y enseñándome que le faltaba uno.
—¿Dy, que te paso? ¿Peleaste con Nicolás? —le pregunté y el negó de inmediato.
—Un tipo que se pasó con mi mamá, no te preocupes —me dijo y yo hice una mueca, se que a él le dolía ver diferentes hombres en su casa todo el tiempo.
—¿Podés salir? Así vamos a la plaza —dijo Dylan agarrando mi mano y jugando con ella.
—Estoy castigada, no me dejan ni salir a almorzar con ellos —dije refiriéndome a mis papás. —Si pudiera salir, ya lo habría hecho desde hace rato.
Un silencio se formó entre nosotros, no era incómodo.
—Te extrañe demasiado, ¿Sabes? —menciono dylan después de un rato
—Yo también te extrañe, dy —le dije y el sonrió tímido.
—Pense que estabas enojada conmigo y que no querías verme nunca más —dijo y yo lo miré confundida.
—¿Por qué haría eso, Dylan? —le pregunté y el me miró a los ojos.
—Por lo que hicimos la otra vez, los besos y eso —dijo Dylan bajando el tono de su voz, sabía que estaba nervioso.
—dylan, nunca me voy a enojar con vos por eso —le dije y le sonreí.— Además siendo sincera también extrañe eso… — dije refiriéndome a los besos.
