019.

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Sunoo regresaba de comprar algo de despensa, esta semana no se pudo dar muchos lujos pues decir que el dinero era escaso era decir poco. Se tardó más de lo debido intentando buscar los precios más bajos, y los productos maltratados para conseguir descuentos.

Antes de que pudiera abrir la puerta de su departamento, sintió un brazo en su hombro y una pequeña presión en su costado izquierdo.

—¿Cómo va mi dinero?

Sunoo comenzó a temblar sin que pudiera controlarlo, intento darse la vuelta de la manera más calmada, pero lo presionó a que se quedara en la misma posición. Así que con el mayor cuidado y sin hacer nada sospechoso soltó todo lo que tenía en las manos y llevó sus palmas hacia arriba.

—Estoy intentando conseguirlo —murmuró, sin retarlo de ninguna manera.

—Que bueno, por que necesito una parte ahora.

Sunoo por instinto volteó para encararlo, pero el tipo le regresó la cara con un golpe.

—No voltees.

—No tengo ni un solo centavo ahora, de verdad lo juro, pero me aseguraré de conseguir tu dinero para fin de año.

El tipo solamente rio y apretó su arma contra la espalda de Sunoo.

—¿Tú crees que soy una puta broma o qué?

Sunoo negó varias veces con la cabeza y después no se movió ni un solo centímetro, no quería que el atacante se viera amenazado.

—Creo que a tí te faltan recordar varias cosas, aunque yo creo que a tus amigos Yang Jungwon y Nishimura Riki les hará muy felices saber que pagaste tu deuda —Sunoo sabía que mencionaba a sus amigos para sentir la amenaza más real, pues eso venía haciendo desde hace mucho tiempo.

Lo que no esperó fue lo que vino después.

—Además, has estado saliendo con un patinador, ¿no es así?

—¡Él no tiene nada que ver!

—¡Que te quedes quieto, joder!

Sunoo comenzó a temblar con más fuerza, no podía ser que Sunghoon ahora estaba implicado también en esto.

—Así que es tu decisión si quieres que tus amigos se mantengan con vida —hizo una pequeña pausa—. O al menos con una buena vida, por que supongo que se necesitan las piernas para patinar.

Sunoo comenzó a llorar aunque no pudiera verlo a la cara.

—Por favor, por favor, te juro por lo que más quiero que conseguiré tu dinero a fin de año, pero ahora no tengo nada para darte...

Hubo un silencio.

—Bueno, que esto te sirva como advertencia.

Después de eso sintió un dolor profundo y punzante en su costado derecho que no lo permitió ni siquiera mantenerse de pie. 

 

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ATTENTION, PLEASE! | sunsun auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora