Sunoo es conocido por tener una carrera lucrativa siendo la manzana de la discordia entre las parejas. Un día viéndose envuelto en una deuda, se ve obligado a aceptar el trabajo de romperle el corazón a la joven promesa del patinaje de hielo.
✿ Pare...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La mañana del siguiente día, Sunghoon no pudo evitar más sus responsabilidades. Tenía a un entrenador furioso al otro lado del teléfono que le pedía que le rindiera cuentas por que había faltado dos días enteros. Así que sin poder despedirse de Sunoo, fue a entrenar.
A Sunoo también lo despertaron temprano, el doctor le revisó la herida y le informó que estaba muchísimo mejor a cuando había llegado. Dijo que había sido suerte que el arma no hubiera dado en ningún órgano importante, que era un corte tan limpio que parecía que había sido con esa intención, y Sunoo no lo dudó.
Era la manera de darle una advertencia, pero sin dañarle lo suficiente como para que no pudiera ser capaz de pagarle.
El doctor le dió un par de vitaminas que lo ayudarían a subir su sistema inmune y varios suplementos de hierro que tendría que tomar durante varios meses. También le dijo que evitara cargar cosas pesadas, y hacer cualquier tipo de actividad física intensa por al menos dos semanas, y que era normal que dentro de los próximos días se sintiera muy mareado y con náuseas.
Pero después de todo eso, también le dijo que estaba en condiciones de regresar a descansar a casa y le dió el alta, y en caso de alguna molestia podía regresar a consulta.
Jungwon fue a recogerlo y le llevó ropa cómoda para que pudiera cambiarse. Cambiado y listo se quedó sentado viendo hacia la ventana mientras Jungwon guardaba sus medicamentos y demás.
—Jungwon, ¿crees que puedas conseguirme un trabajo? —preguntó Sunoo.
—¿Un trabajo? —volteó a verlo—. ¿Y la app?
—No puedo hacer citas por qué no puedo arriesgarme a que Sunghoon me vea...
Jungwon dejó a un lado lo que estaba haciendo y se sentó a su lado.
—¿Y para qué quieres trabajar si ya estás haciendo un trabajo?
Sunoo se tardó en contestar, posó ambas manos sobre sus piernas y siguió mirando hacia la ventana.
—En caso de que alguna situación como esta vuelva a suceder.
Mentira.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
