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Sunghoon salió temprano en la mañana y se dirigió a la pista pública dónde había dado clases como voluntario mucho tiempo mientras todavía era patinador

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Sunghoon salió temprano en la mañana y se dirigió a la pista pública dónde había dado clases como voluntario mucho tiempo mientras todavía era patinador. También la pista dónde había conocido a Sunoo.

Entró con un enorme hueco en el corazón, viendo por cada esquina los arreglos que le habían hecho. Sin duda ahora se veía mucho más vistosa y agradable, pero estaba un poco triste por no poder verla igual a como la recordaba.

Si podía arrepentirse de algo solamente se arrepentía de dejarlo a él. Pero lo demás estaba bien. Aunque amaba hacer patinaje artístico, enseñarle a otros la pasión que tenía era una sensación inigualable.

Entró escuchando varios patines deslizarse por el hielo y algunos que otros saltos. Se quedó mirando algunos minutos por el cristal, viendo a las personas y a los alumnos acatar las normas de los entrenadores.

—¡Dios mío, Sunghoon! —exclamó uno de los dueños de la pista en cuanto lo vio, y se acercó con emoción hacía él—. ¡No sabía que estabas en Corea!

Sunghoon sonrió.

—Acabo de regresar ayer —mencionó mientras estrechaba las manos con el dueño, sinceramente feliz de verlo nuevamente.

—Debiste haberme marcado por teléfono, muchacho. Habría ido por tí al aeropuerto y hacerte una invitación digna a la pista.

Sunghoon negó varias veces con las manos.

—¡No, no! Dejé de ser competir hace bastante.

El dueño le dió una palmada amigable en la espalda.

—Eso ya lo sé, eso fue el boom en su tiempo. Aún así seguirás siendo mi patinador favorito.

Sunghoon sonrió.

—Ahora, dime, ¿qué te trae por aquí? —animó el dueño—. ¿Quieres entrar al hielo?

Sunghoon sacó el folder con sus documentos de la mochila que colgaba en su hombro.

—No, en realidad vengo a dejar mi solicitud de empleo —explicó mientras le extendía sus papeles.

El entrenador los tomó únicamente por inercia pero su cara solamente mostraba confusión.

ATTENTION, PLEASE! | sunsun auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora