ATTENTION, PLEASE! | sunsun au

040.

Después de su entrenamiento, Sunoo lo invitó a comer a un lugar que estaba un poco retirado, cerca de la casa en la que vivía cuando era niño. Era un lugar muy bonito, no era de clase alta ni tenía candelabros colgando del techo, pero tenía un valor emocional muy grande.

El día en que su madre decidió quitarse la vida lo llevó a ese restaurante para pedirle perdón por todo lo que le había hecho pasar y por lo mala madre que había sido. Y hace mucho que quería volver a ir, pero no tenía el valor suficiente.

¿La razón por la que había llevado a Sunghoon a ese lugar? Ni siquiera él la sabía, en su cabeza era una buena idea ir ahí por primera vez después de años con alguien a quién quería.

No hubo mucho que decir mientras estaban comiendo, terminaron su comida tranquilamente mientras Sunghoon veía que Sunoo pasaba la vista por el lugar varías veces mientras comían.

Cuando salieron, encontraron un pequeño parque frente al restaurante, donde habían dos columpios y fueron hacía ellos, cada uno ocupando uno.

—Solía venir a este parque cuando era niño —comenzó—. Ese también era mi restaurante favorito, me encantaba venir por la comida que hacían pero creo que ahora el sazón les cambió un poco. La comida sabía mejor en ese entonces.

Sunghoon lo miró y le puso atención sin decir una sola palabra.

—Tenía la duda de por qué era tan especial para mí en ese entonces, ahora me doy cuenta de que es la persona —volteó a verlo sosteniéndose de las cadenas de su columpio.

Se quedaron viendo el uno al otro, mientras la temperatura del día seguía bajando precipitadamente, haciendo que cada vez sus exhalaciones se pudieran distinguir en el aire.

—Esa era la última cosa que necesitaba aclarar.

Sunghoon no la captó al momento, pero una vez que lo hizo, le dió una sonrisa.

—Me gustaría ser sincero contigo, pero lo cierto es que no puedo serlo del todo —continuó—. Así que la única verdad que te digo es que en este último mes mi mente ha estado plagada de tí. No dejo de pensar en lo mucho que me gustas y en lo mucho que me gusta estar contigo.

Comenzó a balancearse ligeramente en el columpio, mientras continuaba diciendo el discurso que no tenía preparado en lo absoluto.

—No puedo describirlo pero cada vez que te veo es un sentimiento tan bonito que es imposible ponerlo en palabras, y me gustaría sentir eso por mucho tiempo más.

Sunoo se animó a tomar la mano de Sunghoon desde su lugar, atrayendolo hacía sí.

—Así que mi respuesta es sí.

Sunghoon sonrió.

—¿Sí?

—Sí.

—Perdón, ¿podrías decirlo completo, por favor? Es que no me ha quedado claro.

Sunoo rio.

—Sí, me gustaría que fueras mi novio.

La sonrisa se hizo más grande en el rostro de Sunghoon, dejando ver un par de arrugas pequeñas a lado de sus ojos. Estando sentados aún en los columpios, Sunghoon uso una manos para jalar suavemente de su brazo para atraerlo más a él y con la otra acarició su mejilla.

—¿Entonces oficialmente eres mi chico?

Sunoo asintió con la cabeza, brillandole los ojos por lo feliz y triste que se sentía. Ambos se acercaron más y unieron sus labios en un beso. Uno que se sentía real y muy sincero, uno que podría hacer caer de amor hasta a el soldado más inquebrantable. Y su corazón había caído completamente por Park Sunghoon.

Una pequeña gota de agua fría le cayó a Sunoo en la punta de la nariz y se separó de Sunghoon.

—Órale, la boca está un poquito más abajo.

—Yo no hice nada.

Otra gota de agua le cayó en la mano y volteó a ver hacía arriba, recibiendo una más en la frente. Estaba nevando.

La primera nevada del año.

—¿Sabes lo que significa la primera nevada? —preguntó Sunghoon mientras veía a Sunoo negar mientras miraba la nieve—. Significa que te acabas de convertir en mi amor verdadero.

Estaba nevando en los primeros días de noviembre, un evento inusual e inesperado. Y aunque eso no lo convertía en el día más frío del año, ahora lo era para Sunoo. Y no solo para ese año, sino para los años siguientes.