¡Que molesto! [ Funshine x Grumpy]

Huérfano ... (Cap 1) (parte 2)

El silencio abundaba en la habitación y de un momento a otro aquella mujer podía sentir el aura oscura que emanaba su marido.

— Que hiciste... ¡¿qué cosa?! — Gritó furioso y desconcertado aquel hombre que sin querer había dejado escapar un fuerte grito hacia su mujer que esta estalló en llanto.

El se había dado cuenta de que había dejado escapar un fuerte grito hacia su esposa y la había hecho llorar, y a él para nada le gustaba ver llorar a su esposa.

— No llores, no llores, lo lamento, no fue mi intención — Dijo preocupado — Tranquilízate y cuéntamelo bien — Dijo el hombre.

— Bien es que yo... ¡¡no pude evitarlo!! es una criatura indefensa... ¡no fui capaz de hacerlo! ¡No!... fui — Fue lo único que alcanzó a decir y lo que se le alcanzó a entender antes de que volviera a caer en llanto.

En otro lado de la ciudad, se hallaba un hombre elegante muy atractivo y varonil de cabellos añiles, él era un magnate de los negocios. Aquel hombre iba entrando a uno de los vecindarios más bonitos de aquella ciudad en la que se encontraba, donde ahí se hallase una de las muchas casas que aquel poseía.

El hombre emanaba altas vibras dignas de un líder, mientras iba conduciendo un lujosos auto deportivo color negro, estaba más que claro que aquel hombre tenía un gran estatus económico y social.

— Esta casa pienso venderla, mi esposa piensa que esta casa es una "maravilla del arte" y no sé qué — se detiene un momento para sacar un picadientes y arreglarse el cabello — Pero para mi gusto ni le llega a los talones en "presentable" — dijo por llamada a su agente y asistente personal mientras se adentraba de nuevo en el camino — Mi mujer y yo ya no la necesitamos, ella está en estos momentos en mi ciudad natal, solo vine a recoger una caja que a ella se le olvidó — Dijo este mismo.

— Espere señor, me ha entrado otra llamada, ¿le importa si contesto? — Preguntó el agente.

— No, claro, contesta, contesta — Respondió el hombre — Más de rato te hablo, necesito que canceles unas citas que tengo y agendes otras — Dijo el padre de Grumpy.

— Por supuesto señor, bueno, me despido señor, adiós — Se despidió el agente.

— Adiós — Se despidió el hombre.

El atardecer era hermoso; en unos momentos empezaría a hacerse más oscuro, por fin aquel hombre tendría un pequeño descanso, su día había estado lleno de reuniones de su trabajo que lo tenían agobiado. Mientras sacaba un suspiro de cansancio de aquel agobiante día observaba ,sin dejar de quitar la mirada del camino, tranquilamente el cielo en hermosos tonos naranjas, azules y rosas.

Ya habían pasado unos minutos desde aquella llamada que había tenido con su agente, aquel hombre estacionaba su lujoso auto en aquella casa que pensaba vender.