Stirlyng [BORRADOR]

Capitulo 4

Después de un vuelo de tres horas, por fin hemos llegado ¡No puedo esperar! Estoy lista para conocer la ciudad, los museos, todo. Pero quiero dormir y comer primero, vamos al hotel para darnos un baño y ponernos ropa más cómoda

—Me duele el culo de estar sentado—La uva parlante se queja a mi lado mientras se acaricia el trasero—No es que tenga tanto, pero aun así. Se me entumio en todo el camino

—Yo estoy igual, empiezo a tener calambres en mis nalgas—Dani dice divertida—Pero bueno, ¿ahora qué? —Pregunta 

—Ahora vamos a tomar un taxi para ir al  hotel—digo buscando uno que este desocupado

—Eh si pero...—Aitor se ríe—Es que...

—¿Que?—Frunzo el ceño

—Antes que nada no te molestes, es que...—Adam sonrió inocente, esto ya no me estaba gustando. Me cruce de brazos viéndolos sería

—Bueno veras ...—Siguio Aitor

—Chicos....—Empece a perder la paciencia

—Si lo piensas es divertido —Daniela de ríe. Los tres se miran y alzó mi ceja—Ninguno sabemos cómo

—¿Que?—Creo que sufriré un infarto

—Ninguno sabemos cómo comunicarnos aquí —Adam murmura  mientras usa a su hermanas de escudo

—¿Ninguno sabe Aleman?—Los tres me sonrien inocentes. Esto no puede ser.

Los miro unos minutos esperando a que se rían y digan que es mentira pero no sucede, en cambio se ponen nerviosos jugando con sus manos Cierro los ojos respirando profundo. Los quieres, no los mates. los quieres, no los mates

—¿Pensaban venir a Alemania?—Digo tranquila antes de explotar —¡Sin saber hablar Alemán!

—Oye no te alteres—Me dice Adam aún detrás de Daniela —Pensábamos usar el traductor de google..

—¡El traductor de google no sirve, traduce cosas que no son!—Paso una de mis manos por mi rostro—Esta bien—Los miro a lo que ellos se mantiene atentos, busco un taxi libre y al tenerlo suspiro—Lo encontré, vamos—Les hago una seña para que me sigan. 

Todos parecen confundidos pero a la final me siguen

Cuando llegamos frente al taxi toco la ventanilla y él conductor la baja.

Ok Tehyrron es momento

—¿Ja?
(¿Si?)

—¿Es ist kostenlos?—Preguntó recordando cómo se pronuncia cada palabra.
(¿Está libre?)

Él asiente con una sonrisa amable. Se baja del auto y lo rodea para luego tomar las maletas y colocarlas en la cajuela

—¡Niña! ¿Desde cuando hablas Aleman?—Aitor me mira sorprendido al igual que los demás