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     Era sábado, no tan temprano. Wooyoung despertó con su primer pensamiento siendo el recuerdo del beso del día anterior. También de lo que pasó después.

     Luego de salir del baño, no podía seguir ahí. Le dijo a Yeosang que tendría que irse más temprano porque se le había olvidado avanzar con un trabajo que tenían que tener listo para el lunes, cosa que claramente era falsa. Ya tenía listo ese trabajo.

     Una vez llegó a su casa, vio a su madre subiendo las escaleras. Ella se dio cuenta de que Wooyoung había llegado, y bajó.

     —¿Wooyoung? No pensé que volverías tan temprano.

     —... Pasó algo...

     Wooyoung le contó todo lo que pasó con San en la fiesta. Claro que no con tanto detalle, no se sentía cómodo describiéndole absolutamente todas las cosas que había sentido por el beso.

     Lo que sí le dijo fue la culpa que sintió luego. Su madre le intentó decir que estaba bien, que después de todo seguía con el efecto y era algo que simplemente no pudo controlar, y varias cosas más. Pero Wooyoung seguía con esa culpa. No sabía hasta qué punto le podría gustar a San. Quizás hasta pudo haber sido efecto del alcohol, pero aún así, ante la más mínima posibilidad de haberle dado aunque sea una pequeña esperanza a San de que a Wooyoung le gustaba de vuelta cuando el menor no estaba seguro de eso, se sentía terriblemente culpable.

     Ese sábado no despertó porque sí. Despertó con el sonido de llamada de su celular. Pero no era cualquier sonido. Era el tono de llamada que tenía para San. Por eso recordó todo inmediatamente.
     Miró su celular, pero no pudo hacer nada. Lo dejó sonar una, dos, y tres veces. Luego quiso volver a dormir, pero unos pocos minutos después supo que el almuerzo ya estaba listo.

     En la tarde recibió más llamadas y mensajes de San. No pudo responder ninguno. Estaba asustado. No tenía idea de qué le podría decir a San. Tampoco sabía qué le iba a decir San a él. En parte no se sentía bien el ignorarlo, menos teniendo en cuenta lo que pasó, pero simplemente no se sentía capaz de hacer otra cosa.
     Decidió dejar su celular en silencio durante ese fin de semana. Quería pensar lo menos posible en todo lo ocurrido. Fue casi imposible, aún ignorando su celular. Pero intentó al menos.

     El lunes llegó más rápido de lo que le habría gustado. Cada paso que lo acercaba a su salón de clases, una vez ya estaba en el instituto, le daba más y más miedo. Para su suerte, San nunca llegaba muy temprano. Casi siempre llegaba poco antes de que comenzaran las clases.

     Aunque ese día lo vio llegar temprano. Sospechó que había sido a propósito, quizás para intentar hablar. Pero Wooyoung no estaba listo. Apenas vio al mayor entrar, se hizo el dormido, con la esperanza de que se lo creyera y que San no lo haya visto antes de hacerlo. Por suerte, eso pasó. San realmente pensó que estaba durmiendo, y no quiso molestarlo. Decidió esperar a algún receso para hablarle. Necesitaba hacerlo.

     El timbre que daba inicio a las clases sonó, y Wooyoung fingió haber despertado por eso. Miró a San. Estaba algo cabizbajo.
     Su sentimiento de culpa creció aún más. Cada vez se arrepentía más de haber seguido ese beso. Por una parte fue una de las experiencias más inolvidables de toda su vida, pero por la otra sabía que le había traído más problemas que beneficios.

     Lo único que quería era que ese mes acabara pronto.

     Esa primera clase no pudo concentrarse ni un poco. La culpa y el miedo de lo que podría pasar en cualquiera de los recesos le impedían el paso a cualquier otro pensamiento. Se le hacía imposible en ese momento quitar todo eso de su mente.

eye contact | woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora