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     Wooyoung no estaba muy seguro de si ese martes se acababa el efecto o si al día siguiente. Intentaba pensar en San a ver qué sentía, pero no era nada muy distinto a lo que sentía hace unos días. Decidió esperar a verlo, a ver qué pasaba una vez lo tenía en persona.

     Llegó a su salón y se sentó en su puesto, como siempre. San no llegaba. Yeosang y Hongjoong llegaron luego, pero San aún no.
     Quedaban unos dos minutos para que el timbre que daba inicio a las clases del día sonara, y Wooyoung no estaba seguro de si San iba a venir, hasta que se fijó que había entrado ya al salón.

     Se sintió extraño. Lo mismo que sintió por tres meses, no era muy distinto a eso. Lo analizó mejor. De nuevo sus pensamientos le impidieron concentrarse en la clase. Pero se dio cuenta de que estaba sintiendo lo mismo que sentía antes de ver a San a los ojos. El efecto se había ido, y había vuelto a sentir lo de antes.
     Ahora finalmente podía saber si San realmente le estaba gustando o no.

     Siguió pensando por lo que quedaba de clase, y por el resto del día también. Estaba analizando cada cosa que sentía al ver a San y al pensar en él. Se aseguró de que fuese lo mismo que sentía antes, y, efectivamente, lo era.
     Era básicamente lo mismo que sentía durante esos tres meses, sólo que disminuido. Y ni siquiera tanto.

     Eran las cuatro de la mañana ya. Wooyoung había decidido esperar unos días más antes de llegar a una conclusión, a pesar de que estaba seguro de que sentía exactamente lo mismo por San ahora que antes del efecto de mirarlo a los ojos. Ya tenía una idea de lo que pasaba, pero quería estar cien por ciento seguro.

     No quería volver a dar una ilusión.

· · · · ♡ · · · ·

     Una semana había pasado.
     Seguía sintiendo lo mismo. Ni un poco menos. Incluso sentía que era un poco más.

     Decidió finalmente hablarlo con su madre. Ella estaba en el supermercado, así que estaba sentado en el sillón de la sala del primer piso, esperando a que llegara.
     Unos veinte minutos después de estar esperando, escuchó la puerta abrirse y miró hacia esta, donde se encontraba su madre entrando.

     —Wooyoung, hola —dijo sonriente al percatarse de la presencia de su hijo mientras se dirigía a la cocina para dejar las bolsas.

     —Hola... ¿Tienes un tiempo?

     Sonrió—. Claro, ya voy —. Terminó de dejar las cosas en una encimera de la cocina y fue a sentarse al lado de Wooyoung.

     —Cuéntame.

     —Um... Bien... ¿Cierto que el efecto que tenía con San se acabó hace poco?

     —Sí.

     —Y... ¿recuerdas que tenía dudas de si realmente me gustaba o no?

     —Ahá.

     —Bueno, sobre eso... Lo que siento ahora, hacia él, es lo mismo que sentía antes del efecto... Hasta siento que estos días ha aumentado... Y definitivamente no es lo mismo que siento hacia el resto de mis amigos... Pero aún así tengo dudas... ¿Qué pasa si sigo teniendo un poco del efecto o algo así?

     Rió un poco con ternura—. Woo... ¿Recuerdas la primera vez que te pasó esto?

     —... Sí

     —Y ¿recuerdas lo que sentiste una vez el efecto de esa vez se fue?

     —... También...

     —Yo también, me contaste. Se desvaneció completamente, como si nunca hubieses visto a esa persona. No te quedó gustando ni un poco. Además, sabes que investigo constantemente de esto. Una vez se va el efecto, se va completamente. No pasa eso de que “queda un poco”. Si en tu caso, ahora, sientes eso, es quizás porque realmente te gusta o te está comenzando a gustar.

     —... ¿Tú crees?

     Afirmó segura con su cabeza.

     —Mira, si quieres lo piensas más, para estar seguro —dijo su madre luego de pocos segundos—. Pero, si fuese por mí, yo diría que sí te gusta, o al menos que vas por ese camino. Pero tú eres el que está sintiendo eso. Yo puedo intentar ayudarte con lo que me dices, pero eres tú el que debe darse cuenta de lo que pasa realmente con tus sentimientos.

     —... Entiendo... Creo que lo pensaré más...

     —Está bien... ¿Algo más?

     —No, no, eso era todo... Gracias.

     —Cuando quieras —le sonrió.

     Poco después de eso, Wooyoung volvió a su habitación, y comenzó a pensar en lo que su madre le había dicho, recostado en su cama.

     Principalmente pensaba en eso de que, cuando el efecto se iba, lo hacía completamente, como si nada hubiese pasado. Y Wooyoung sabía bien que ahora, ese no era su caso. Y no era una cosa suya, porque, al recordar la primera vez que le había pasado eso, recordaba que en ese momento el efecto sí se había ido por completo. Y el que ahora no haya sido así, le decía claramente que había algo más. Pero aún así, no sabía si llegar a la conclusión de que le gustaba San. Algo dentro de él lo hacía querer pensarlo más. Había algo que lo hacía dudar. También tenía la duda de si a San le seguía gustando. ¿Qué pasaba si ya no era así? ¿Qué pasaría si Wooyoung descubre que sí le gusta San, pero luego descubre que a San ya no le gusta él? No quería que nada de eso pasara. Nuevamente estaba sintiendo miedo. Ahora por un sentimiento real. Y eso lo asustaba aún más que antes. No le gustaba la idea de haber llegado demasiado tarde.
     Pero tampoco podía estar con la duda eternamente. No podía sentir ese miedo para siempre. Tenía que saber cómo eran las cosas. Quizás todo sea mejor de lo que piensa. O incluso peor. Pero nunca lo sabrá si no hace algo.

     Y se decidió. Si llega un momento en el que está seguro de que realmente le gusta San, simplemente le dirá. Si al final no le gusta, no dirá nada.

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eye contact | woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora