El más deseado [Harem Jeff the Killer] (Jeff X Todos)

Puppeteer y Bloody

En una de esas noches oscuras, el sonido de las sirenas se podía escuchar por toda la calle, las personas estaban rodeando un edificio viendo cómo entraban y salían los médicos que no paraban de sacar cadáveres de allí.

Sus expresiones lo decían todo, había ocurrido algo horrible y no había ningún sobreviviente. En la pared estaba dibujado con la sangre de alguna víctima una cara sonriente, las investigaciones empezaron enseguida, un asesino así de despiadado suelto por la calle atemorizaba a todos los ciudadanos.

—Pareces estar orgulloso.

Dos personas estaban sentados en lo alto de un otro edificio viéndolo todo, Jonathan estuvo al margen de lo cometido, quedándose de espectador.

—Siento que un gran peso se me quitó de encima...—Dejó que el viento acariciara su rostro cerrando los ojos, despejando la mente—Gracias por ser el único en apoyarme

Se escuchó una pequeña risa del parte del contrario, en ningún momento llegó a pensar que sucedería todo esto. Ese niño que se topó en la calle llorando, parecía tan débil y roto. Ese mismo niño cometió todo ese masacre.

—¿Que planeas hacer ahora?

Su silencio le hizo pensar que aún no lo sabía.

Pensó en la pregunta que le acababan de hacer pero no pudo llegar a ninguna conclusión, la pregunta simplemente quedó en el aire.

—Entonces, te irás lejos...—Cambió de tema

—Dentro de un mes, para empezar de nuevo.

Cuando todas las personas se fueron, bajaron del edificio cuando ya no había nadie más en aquel lugar o eso es lo que creían.

Un nuevo día, como si el día anterior no hubiera pasado nada. Fue hacia la cocina para tomar su café matutino, la nevera estaba algo vacía cuando lo revisó. Se puso la primera ropa que le iba a mano, seguido de eso abrió la puerta para salir.

—Agente de policía, está usted arrestado por ser uno de los sospechosos del masacre cometido la noche anterior

Miró a los agentes esperando la poco probabilidad de que les diga "es una broma" o "día de los inocentes". Nada de eso pasó, en cambio, pusieron sus manos detrás de la espalda y lo esposaron sin darle ninguna oportunidad para hablar.

En aquella multitud, Helen estaba allí, viendo cómo se lo estaban llevando. Sus miradas se encontraron, el odio que le tenía el contrario estaba claro.

—¿Nombre?

—Jonathan Blake

—¿Edad?

—20

—¿Que hiciste ayer?

El interrogatorio duró una eternidad al menos para él, sentía la presión, como si lo estuvieran torturando psicológicamente. No tenía ninguna escusa planeada, cada vez que le repetían alguna pregunta despues de un periodo de tiempo, llegaba a cambiar algunas versiones de la historia.

No tenía dinero como para pagarse un abogado, entonces el día el juicio era obvio que lo encarcelarían y le sentenciarían pena de muerte, sin importar los diagnósticos de su inestabilidad mental, emocional, depresión y ansiedad.

Todos sus planes de empezar una nueva vida, crecer como persona, todo se derrumbó en un solo día y sin otorgarle ninguna sola oportunidad.

—Helen...—Pronunció su nombre con repulsión

El día de su última comida, no pidió nada, no tenía apetito, solo guardaba un gran odio y rencor, también tristeza y traición.

No era él quien debería de tener la pena de muerte, se habían equivocado de persona pero nadie estaba dispuesto a escuchar a un supuesto asesino. En ese pequeño cuarto, donde solo predominaba el color blanco, lo estaba enloqueciendo, sumando con la soledad que lo consumía poco a poco.