El más deseado [Harem Jeff the Killer] (Jeff X Todos)

14 𝖛𝖎𝖏𝖎𝖑𝖆𝖉𝖔

El chirrido de la puerta al abrirse era bastante molesto, miró hacia los lados para confirmar de que no había nadie en el lugar y el "nadie" no se refiere a alguien humano. Posó la mano en la pared y fue pasándola hasta tocar algo que sobresalía, sacó un colgante que llevaba en el cuello, de ella había una llave, lo encajó con la cerradura y abrió la puerta que estaba oculto entre las paredes.

Las pisadas hacían eco en aquella habitación vacía, estaba todo oscuro, entonces encendió una vela negra para poder iluminar un poco. Se agachó para limpiar el polvo que había en el suelo, la suciedad había tapado un dibujo de una estrella que estaba dentro de un círculo rojo.

Sopló el polvo y se levantó para seguir limpiando con la suela de las zapatillas destapando así todo el dibujo. Dejó las velas en las cinco puntas de la estrella, hecho todo eso caminó dento.

—Salve Zalgo, Salve Zalgo, Salve Zalgo
In nomine dei nostri Zalgo Dulferatus excelsi
Potemtum tuo mondi de Inferno, et non potest Zalgo Imperor
Rex maximus, dudponticius glorificamus et in modos copulum adoramus te
Dulferatus omnipotens in nostri mondi.
Domini agimas Iesus nasareno rex ienoudorum

El fuego de las velas aumentaron de tamaño, el dibujo empezó la iluminarse de un tono rojizo, sacó un cuchillo de su bolsillo para cortarse la palma de la mano dejando que la sangre se derramara por el suelo.

—In nostri terra Zalgo imperum in vita Dulferatus ominus fortibusObsenum corporis dei nostri Dulferatus prontem
Reinus Glorius en in Terra eregius
Zalgo Imperator omnipotens
Salve Zalgo, Salve Zalgo, Salve Zalgo

La sangre derramada se levantaron rodeándolo creando una especie de cápsula, la sangre que recorría en sus venas empezaron a arder, la herida de su mano cicatrizó para poco después desaparecer. Poco después la sangre se esparció apagando las velas y dejando un rastro de cenizas donde antes debía estar la persona, el ritual había sido un éxito.

—¿Nombre?

—Liu Hodek

Las puertas del inframundo se abrieron dejándolo entrar, parecía un laberinto por todas las escaleras y habitaciones por las que tenía que pasar.

Cada vez que avanzaba era más difícil dar un paso hacia delante, el olor a putrefacción era intenso y la gravedad iba aumentando.

—¿Ya has llegado querido?—Se arrodilló ante Zalgo, quien se hace llamar "El Dios del Inframundo"—Sabes la razón por el cuál te he llamado ¿Verdad?

—No señor

Se levantó de su trono y bajó por las escaleras para poder acercarse al de abajo. La sonrisa que que tenía en el rostro se apagó rápidamente, la gravedad intensificándose haciendo que Liu agachar la cabeza y con las manos apoyadas en el suelo.

—Puede que no me hayas escuchado bien, tranquilo, te lo repetiré una vez más ¿¡Sabés por qué te he llamado!?

—Señor... Realmente no sé lo que quiere decir

—No eres tonto Liu, sabes perfectamente la respuesta ¿Es esta la lealtad que me prometiste?-Miró a uno de los esclavos que estaba al lado suyo—Mátalo