Capítulo V: Haitani.

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Llevaba caminando aproximadamente unas tres horas seguidas por aquel camino amarillo que tanto empezaba a odiar, sus pasos eran como eco en ese lugar, no había nada ni nadie que lo pudiera molestar

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Llevaba caminando aproximadamente unas tres horas seguidas por aquel camino amarillo que tanto empezaba a odiar, sus pasos eran como eco en ese lugar, no había nada ni nadie que lo pudiera molestar.

Miraba al alrededor de vez en cuando, miraba las aves y pequeños animales que pasaban o saltaban por ahí, dirigió su vista hacia adelante observando que el camino amarillo cambiaba a uno de color blanco.

Le pareció extraño pero simplemente decidio seguir su rumbo, aunque, entre más se adentraba mas frío le daba, entre más se adentraba mas extraño estaba.

¿Por qué mierda es todo blanco?

Unos minutos después a lo lejos de él, vio un gran castillo de color banco y celeste, era hermoso, decidió acercarse hacia este a paso rápido, pero justo en la entrada del reino unas personas con armadura de metal lo detuvieron.

- ¿De parte de quién vines, niño? -dijo el primer guardia que estaba a la derecha, este tenía el pelo negro con amarillo atado en dos trenzas a cada lado.

- ¿De parte de quién? - preguntó.

- Si mocoso, no puedes entrar sin el permiso de alguien del reino - Dijo el otro guardia , este tenía lentes negros y redondos, pelo amarillo con azul y piel canela.

Pero apenas iba a replicarle a aquellos guardias sintio como algo se posicionaba detrás de él.

- Viene conmigo Rindou, Ran - Dijo la persona - Vamos, Mikey - hablo cogiendo la mano al rubio con capa roja.

Miro al vampiro con incredubilidad, trato de forcejear y quitar su mano pero era imposible, se dejo llevar estando alerta de cualquier movimiento que este hiciera.

- Deja de mirarme así, te ayude, al menos agradeceme - Dijo el chico indignado.

- ¿Agradecerte..? - Dijo atónito - ¿Por que lo haría? No te pedí tu ayuda de todas formas -

- Nunca perderás tu orgullo, Mikey - Suspiro el vampiro.

Sano no aporto más a la conversación y solo espero a que estuvieran lo suficientemente lejos de aquellos guardias para enfrentar a Takemichi en paz, cuando perdió de vista a los hermanos simplemente safo su mano de la del vampiro y lo miro fijamente.

- Ya te puedes ir - Fue lo único que dijo siguiendo el camino blanco dejando al vampiro con una sonrisa de burla ahí parado.

- ¡Nos vemos, Mikey! - grito, pero el rubio ya estaba demasiado lejos para escucharlo, simplemente dió la vuelta y se fue volando al lado contrario del otro chico llendo hacia los guardias de antes.

Llegó a estos viendo que estaban hablando entre ellos relajadamente, se acercó y les sonrió.

- ¿Que necesitas, Takemichi? - Pregunto el chico de trenzas.

Caperucita roja y el Vampiro feroz  (Takemikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora