Capítulo IX: La luna.

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-¿Por dónde empiezo

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-¿Por dónde empiezo...?- dijo el vampiro dando un suspiro, miro al cielo tratando de calmarse y no derrumbarse al recordar aquella época, no recibió respuesta de Mikey, sabía que este le estaba dando su tiempo- sucedió hace aproximadamente 150 años -

Un chico se escabullia como todos los días, el pasto verde y árboles de este mismo color lo calmaban, respiro profundamente sintiendo la tranquilidad y el silencio que el bosque le brindaba.

Tenía una tenue sonrisa en su rostro, atraveso saltando unas ramas y rocas que estaban regadas por el suelo, diviso el lago a su lado, con ese sonido tan ruidoso pero tranquilizador a la vez, vio pequeños peces saltar por allí, los observo pensando que tan liberador seria nadar sin destinó.

Siguio caminando por el camino amarillo que ya conocía de memoria, enfocó en la lejanía una cabaña de madera, se acercó con paso acelerado saludando al guardia y adentrandose en aquel lugar.

Reducio el paso buscando con la mirada las orbes azules, no tardo mucho en encontrarlas ofreciéndoles una sonrisa, se acercó a la mesa donde su acompañante le esperaba, agarro una silla sentándose recibiendo un dulce beso en su mejilla.

- Tarde cómo siempre, Manjiro - Dijo negando con una sonrisa el chico.

- Tu eres el que llega demasiado temprano, Takemicchi - Hablo bufando, el nunca llegaba tarde, tal vez se le iban unos minutos de retraso pero nada más.

Escucho la risa del contrario llenar el lugar,la escucho atentamente relajándose con este, suavizó su mirada riendo al compas de la otra persona.

- ¿Que se siente saber que mañana es tu cumpleaños?- Pregunto el rubio más calmadamente jugando con su bebida esperando una respuesta.

- Es mi cumpleaños número diecisiete, Takemicchi, no es para tanto - Hablo sabiendo que ese día tenía que irse más temprano de el lado de Takemichi, puesto que su madre siempre era la primera en querer decirle que día era para felicitarlo.

- ¿Te irás temprano?- Pregunto levantando la vista chocando miradas con su acompañante.

- Sabes cómo es mi madre - Rio negando.

- Yo siempre sere el primero en felicitarte - Dijo con orgullo en su tono.

- Lo eres desde hace 8 años, no es para tanto - Hablo volteando los ojos.

Takemichi solo atino a reír por el gesto que Mikey había realizado, siguieron hablando de trivialidades sin importancia, risas por allí y por allá, burlas igual, el tiempo paso lento, una de las pocas veces en las que sucedía.

Dirigió su vista al reloj notando cómo aún tenía una hora para disfrutar de la compañía de su amigo y para aprovechar sin más decidieron ir a dar una pequeña vuelta.

Caperucita roja y el Vampiro feroz  (Takemikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora