Mikey es chico de dieciocho años de edad, con pelo rubio y ojos negros, el cual vive con sus tres hermanos.
Sin embargo un día tuvo que ir a la casa de su abuelo que se encontraba en mal estado, ¿que clase de obstáculos se encontrará en el camino?
S...
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Abrio un poco los ojos, miro al suelo, le picaban sus ojos, estaban aguados, la barrera que permitía que sus lágrimas no salieran se estaba destruyendo. Una gota de agua salió de estos, paso su ante brazo rápidamente por su cara para que nadie lo viera llorar.
¿Su padre habia asesinado a su madre?
¿Fue la sed de sangre?
¿Por qué?
Había crecido toda su vida con que su madre había muerto por causas naturales, una enfermedad de la cual no se pudo salvar, ni con todas las curas existenciales.
Ya sabía la historia pero quería entender el porque su padre había llegado a tal acción. La parte y la voz de Senju llegaron a su mente.
"Ame murió para salvar a su hijo, por qué si no era ella tu lo hubieras sido"
¿En qué lío se había metido?
¿Entonces por su madre mataron a los amados de sus amigos?
No entendía nada, no lo quería entender de igual forma, sabía que si se acercaba al fuego se quemaría, sabía que si se acercaba a la verdad se lastimaria.
Unos brazos lo rodearon, pequeños pero firmes, su cabeza se dirigió al cuello de la persona, aparto su brazo escondiéndose ahí, el olor de Mikey llegó a su nariz, sonrió inconsciente por el gesto del chico. No se creía que en tan pocos días lo había recuperado.
Dejo que sus lágrimas por fin salieran, una por una fue bajando mojando la capa roja del chico a su lado, Mikey dió leves masajes en la espalda del vampiro, su mandíbula estaba tensa y sus ojos solo podían mirar al hombre responsable de que su amigo estuviera de esa manera.
- No vale la pena...- Susurro Takemichi en el oído de la Caperucita.
Mikey abrió un poco sus ojos dejando que su cuerpo se relajara un poco, miro sorprendido al chico, ¿No quería vengar a su madre?, No lo entendía muy bien pero solo dejo que el vampiro se calmara un poco.
- Si Hanagaki no hará nada - Dijo Kakucho - Yo no me quedaré quieto -
- Apoyo a Kakucho - Hablo está vez Wakasa sacando sus garras.
Senju miro con sorpresa a su acompañante, frunció el ceño apretando la boca y sus puños, sabía que no tenía el derecho de detener a sus amigos en ese momento, era decisión suya después de todo. Ellos querían vengar a sus amantes fallecidos.
