𝐔 𝐍 𝐎

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Felix paraliza completamente su coche tras haber estacionado en el aparcamiento subterráneo y suspira echándole un vistazo a Hyunjin, quién está a su lado. Hwang sabe que le está mirando, pero tiene miedo de que se dé cuenta que no está bien ya que no es el mejor momento para el pelinegro precisamente.

— Si no estás seguro de esto... —empieza a decir el australiano y Hyunjin se ve obligado a interrumpirle.

— Lo estoy, Felix —dice intentando sonar seguro—. De verdad, estoy bien.

— Puedes esperar un poco más —insiste—, puedo hablar con Bang y decirle que te tenga en cuenta más adelante.

Hyunjin suspira recargando su brazo en la puerta a su derecha. Había pasado un mes desde que dejó su trabajo como médico tras un suceso que le marcó. Lo que pasó aquella noche le trajo pesadillas diarias y ataques de pánico que no podía controlar. No le quedó más remedio que dejar su trabajo en el hospital.

Sin embargo, ya no aguantaba más la soledad de su casa porque sentía que se volvería loco si no se levantaba de la cama. No podía volver al hospital porque sería un error, así que Felix, su amigo y enfermero, supo a través de uno de sus contactos que había una vacante en la morgue de la ciudad en el turno de noche.

— No tienes por qué empezar ya a trabajar —continúa con un tono de preocupación.

— Pero quiero hacerlo.

— Lo que pasó... —titubea, no sabiendo muy bien si seguir hablando del tema— fue duro, lo entiendo, y no  quiero que vuelvas a tener otra crisis de las tuyas.

— No puedo seguir en mi casa sin hacer nada, las paredes se me echan encima —suelta una pequeña risa nasal encogiéndose de hombros—. Estaré bien.

— ¿Me lo prometes?

— Te lo prometo.

— Y... bueno, ¿estás nervioso?

— Por supuesto que lo estoy —ambos rieron—, al fin y al cabo es una entrevista de trabajo. Es algo nuevo, desde que salí de la universidad he trabajado sin problemas en el hospital.

— Creo que el depósito te gustará —dice Felix—. No es lo mismo, pero...

— Las personas ya están muertas —finaliza Hyunjin, dejando a Lee con los labios fruncidos.

— No era eso lo que quería decir, yo...

— Pero es así. Supongo que no era tan de piedra como pensaba y lo que le pasaba a mis pacientes me afectaba más de lo esperado.

— Es normal, Hyunjin, somos personas —mira el reloj de su muñeca—. Debemos irnos, ya casi es la hora.

— ¿Crees que me aceptarán? —cuestiona Hyunjin caminando al lado del rubio.

— Estoy seguro al cien por ciento.

[...]

— Se necesita una tarjeta para abrir las puertas de entrada y salida que solo tienen los empleados del depósito y los guardias de la planta de arriba —Chan, su futuro superior, empieza a explicarle una vez bajan al depósito—. Nadie más que el personal puede entrar o salir de aquí, excepto los cadáveres, claro.

— Es lógico.

— Las cámaras frías están en este pasillo —dice señalando una de las puertas y abriéndola, allí dentro yacen nichos donde deberán reposar los cuerpos.

Además, hay una mesa bajo una especie de artefacto lo suficientemente grande como para captar el cuerpo de una persona. Hyunjin ha visto algo parecido antes en las máquinas de rayos del hospital y puede intuir que es para hacer fotografías.

— Debes hacerle fotografías a todas las partes del cuerpo y registrarlo en su ficha. Sobretodo a hematomas, rasguños, torceduras, todo lo que clínicamente pudiera haber causado la muerte.

— Sé como funciona, soy médico —el mayor se le queda mirando mientras intenta activar la gran cámara—. Técnicamente ya no lo soy —aclara—, pero sé cómo va el tema.

— Entiendo —dice asintiendo con la cabeza.

Después, le enseña cómo debería funcionar la cámara y que también deberá recoger las huellas de los cadáveres y pasarlas por un detector que identificará el cuerpo.

Luego, salen de la cámara fría y le enseña el resto de partes del depósito, nada más interesante que el crematorio y los servicios.

— Eso es todo, ¿tienes alguna cuestión?

— No, ninguna duda.

— Ahora tengo yo una pregunta un poco personal para ti —Bang se apoya en la pared antes de llamar al ascensor—. ¿Por qué quieres trabajar en el turno de noche?

Hyunjin se encoge de hombros como primer reflejo.

— Es un trabajo como cualquier otro.

El mayor hace un amago con la cabeza tras mirarlo de arriba a abajo, y sin creerse del todo su respuesta dice;

— Ya.

— Me urge comenzar a trabajar —se excusa Hwang, casi sonando desesperado por ser contratado ya mismo.

— Pues a las ocho comienza tu turno hasta las siete de la mañana —su superior alza las cejas y una media sonrisa—. Estarás solo junto a los guardias por la noche. Ellos estarán arriba, si necesitas algo puedes llamarlos por el teléfono del escritorio. Por la noche no suelen venir muchos cadáveres y por eso tendrás menos trabajo —explica y después suelta un suspiro pesado—. Debes tener estómago y ganas para trabajar aquí, chico.













No sabían las ganas que tenía de traerles esta historia <8

La portada no me convence del todo y espero encontrar una premade o bc que me convenza (si saben de algún libro me lo comentan please)

Espero no decepcionarles con esta nueva historia, nos vemos en el siguiente capítulo :)

AVISO; contiene temas como muerte, religión, satanismo, exorcismos.

𝐁𝐑𝐄𝐀𝐓𝐇𝐄 ━━ 𝐇𝐇𝐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora