𝐓 𝐑 𝐄 𝐒

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— Mierda —murmura saliendo de la cámara guiándose de las luces de emergencia que alumbran lo suficiente como para que pueda saber por dónde está caminando.

Va a la sala principal y ve de lejos la luz que parpadea en el teléfono de sobremesa. No le extraña que sea lo único que está en funcionamiento actualmente porque es un teléfono antiguo y por cable que solo se comunica con las plantas superiores.

Toca el único botón en el mecanismo y se lleva el artefacto a la oreja, de forma inmediata contestan;

Aquí Jisung al habla —al fin descubre el nombre de ese guardia que pasa las horas de su trabajo comiendo.

— Eh... sí, hola. Aquí abajo se ha ido la luz y no sé qué hacer.

Dame un minuto. Ahora bajo.

Hyunjin deja el teléfono en su sitio y segundos después escucha el ascensor abrirse. Jisung entra con una linterna alumbrando y la tarjeta de acceso en la otra mano.

— La caja de fusibles está aquí —dice el guardia señalando un cuadro detrás del escritorio. Lo abre y levanta las pestañas que han caído, posteriormente vuelve la luz—. Por cierto, las luces son automáticas, por si no te habías dado cuenta.

— He podido descubrirlo, gracias —espeta con una sonrisa forzada.

— Aquí abajo el tiempo pasa muy lento, ¿verdad?

— Sí, la verdad es que sí —parece que Han, por lo que pone en la placa que porta, está intentando mantener una conversación. Y no le culpa en el fondo, supone que está igual de aburrido que él, más Hyunjin no tiene muchos ánimos de hablar.

— Bueno, te dejo trabajar —se da la vuelta y le escucha murmurar pretendiendo que no se le oiga—, simpático.

Hyunjin pone los ojos en blanco antes de volver a la cámara. No es la primera vez que ve un cuerpo sin vida, pero ese niño le pone los pelos de punta y hace que le recorra un escalofrío por la columna vertebral cada vez que lo ve.

Inspecciona la máquina una vez más para descubrir que es lo que ha fallado, pero no ve ningún error. Intenta hacerle otra fotografía en la zona abdominal, pero parece ser que no se realiza.

Se da por vencido y recoge las huellas de la otra mano esperando que estas si puedan detectarlas. Las pasa por la impresora y espera que el ordenador las detecte. Parece que sí lo hace, más tarda demasiado en cargar y dar resultados.

Mientras espera mirando ese círculo que no para de dar vueltas en la pantalla, el característico y horrendo sonido del timbre de la puerta de recogida suena por todas partes.

Se dirige hacia allí, pero antes de abrir la puerta mira por el cristal transparente, más no hay nadie allí.

Piensa que ha sido un error o una jugarreta de alguien que pasaba por allí y pretende marcharse hasta que golpean el cristal con fuerza y Hyunjin se encoge en su lugar. Un hombre encapuchado y de anatomía ancha se está apoyando en la puerta y respira rápidamente.

— Déjame entrar —susurra ese hombre con dificultad.

— ¿Qué quiere? Váyase —este golpea con fuerza el cristal otra vez y Hyunjin reprime dar un paso hacia atrás, mostrándose seguro.

— ¡Déjame entrar! —grita esta vez con rabia.

— ¡Váyase o llamaré a seguridad! —dando por finalizada esa peculiar conversación se da la vuelta para volver a su trabajo, más la alarma del timbre resuena más fuerte esta vez y Hyunjin se gira furioso para encarar a esa persona que no le deja trabajar tranquilo— ¿¡Qué mierda te ocurre!?

Sus mejillas se tornan rojas cuando ve que el que está allí no es ese hombre, sino Minho con una carpeta en la mano abriendo las puertas de la ambulancia, quien le mira estupefacto.

Wow, wowdice con las cejas alzadas y levantando las manos en son de paz—. Te noto un poco alterado, siento si te molesto con tanto trabajo, princesa —a modo sarcástico le suelta.

— Perdona, no era para ti —se disculpa pasando la tarjeta por el lector y abriendo la puerta—. Es que había un vagabundo buscando techo.

Minho baja la camilla y la arrastra hasta la entrada mirando a sus lados en busca de esa misteriosa persona de la que habla el pelinegro.

— Que raro, no he visto a nadie y acabo de llegar.

— Da igual, se habrá ido —intenta restarle importancia—. ¿Traes a otro? —Minho suelta un balbuceo afirmativo.

— Hoy está siendo una noche movida. Si cogiste el turno de noche por el poco trabajo te has equivocado —ambos rieron.

— Genial, y la máquina se ha estropeado.

— Eso es ideal para empezar el primer día.

— Yo diría que es suerte —suspira—. Puedo llevarlo yo solo —dice refiriéndose a la camilla.

— Perfecto porque me han dicho de volver al hospital.

— Vale, bien, nos vemos.

Arrastra la camilla hasta la cámara fría y lo guarda en uno de los nichos mientras termina su trabajo con el cuerpo del niño. Vuelve al ordenador descubriendo que han cargado los datos y por suerte se encuentra en la base de datos; Yang Jeongin, catorce años, Gangnam. Causa de la muerte; posible inhalación de humo y quemaduras de tercer/cuarto grado.

Hyunjin se fija en la fotografía del documento de identidad del joven, dándose cuenta que ambos ojos son negros. Jura haber visto uno de sus ojos azules y mira por sobre el ordenador el cuerpo de Jeongin aún ahí expuesto en mitad de la habitación.

Se levanta para mirarle los ojos de nuevo y se queda un par de minutos mirándole fijamente. Incluso si se esfuerza puede llegar a parecer que le está mirando de vuelta, pero solo es una ilusión suya. Y está en lo cierto, uno de sus ojos es azul intenso. Suspira arrastrando la camilla y encerrandolo en uno de los nichos.

Regresa al escritorio para rellenar la ficha de identificación, pero ver el perfil de Jeongin en el ordenador y esos pocos datos hace que crezca su curiosidad. Así que busca en internet su nombre y una noticia de hace tres meses le hace sudar; Muere un adolescente al realizarle un exorcismo.









Para la próxima actualización espero que la portada ya esté lista!!

𝐁𝐑𝐄𝐀𝐓𝐇𝐄 ━━ 𝐇𝐇𝐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora