𝐃 𝐈 𝐄 𝐙

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Minho ha intentado hacer todo lo posible en la caja de fusibles para que vuelva la luz, pero lo da por imposible cuando estas no logran encenderse de una manera u otra. Así que corre veloz hasta el crematorio y, por suerte, Changbin se está recuperando del golpe e intentando reincorporarse.

— Eh, idiota —Minho se dirige con paso firme hasta él, cogiéndole del brazo para levantarle del suelo—. Me vas a explicar que mierda es ese crío y qué debemos hacer con él.

— Él ya no es ningún niño, es solo la marioneta de un demonio.

— ¿Y qué hacemos con él, genio? —se pasa uno de los brazos de Seo por los hombros y caminan hasta fuera del crematorio.

— Hay que quemarlo —responde dándole a un botón en la pared antes de salir y de repente el horno comienza a arder.

— ¿Y cómo estás tan seguro de que va a funcionar?

— Sin cuerpo no hay ente —murmura—. Tenéis que creerme, si no lo hacemos no nos dejará en paz nunca.

— Me gustaría saber cómo Jeongin ha llegado al punto de ser poseído, no sé, ¿lo pilló en la escuela o algo así? ¿Ahora se dan clases de satanismo?

Changbin esboza una media sonrisa mientras caminan hasta la cámara fría.

— Fue mi culpa —admite tragando saliva—, me encontré una ouija en un rastrillo y como sabía que era un miedoso se la regalé.

— Oh, vaya, no me lo esperaba —suelta sarcástico—. Muy evidente de tu parte.

— No le gustó el regalo.

— No me sorprende.

— Y jugó solo —la voz de Changbin se rompe y Minho se siente mal por estar siendo un borde sarcástico con él— para demostrarme que ya no era un niño pequeño y asustadizo. Después empezó a hacer cosas raras mientras dormía, creímos que era sonámbulo, pero la cosa fue a más.

— ¿A qué te refieres? —pregunta con curiosidad, más Minho debe dejar su curiosidad a un lado cuando escucha los gritos de Hyunjin en la lejanía.

Así que corre hasta la cámara abriendo las puertas con brusquedad y dejando a Changbin atrás (aunque sabe que le está siguiendo a su ritmo).

— ¡Hyunjin! —grita buscando con la mirada, pero no hay nadie en la sala.

Oye los golpes y súplicas del pelinegro dentro de uno de los nichos, por lo que se acerca y abre uno de ellos sacando la camilla y viendo que es el cuerpo de un vigilante de seguridad. Abre otro hasta que al final da con el que Hyunjin estaba encerrado. Entre lloros y lamentos le ayuda a salir de ahí a la vez que no para de preguntarle si estaba bien.

— ¿Pero qué ha pasado? —cuestiona Minho desesperado, Hyunjin se ha abrazado a su cintura cuan niño perdido mientras tiembla demasiado.

Changbin entra en ese momento con la respiración agitada.

— Me ha encerrado ahí dentro.

— ¿Dónde está? —pregunta Changbin.

— No lo sé... —susurra Hyunjin.

— Debemos encontrarlo —dice firme el musculoso—. Hay que quemar el cuerpo antes de que nos mate a todos.

Cuando termina sus palabras, la anatomía de Changbin se eleva del suelo de forma abrupta, lo que hace que los otros dos se encojan en sus lugares. Al de cabello corto parece que le están asfixiando pues sus manos se dirigen a su cuello intentando liberar la presión que le quita el oxígeno. Su rostro se vuelve rojo y las venas del mismo comienzan a marcarse notoriamente. Pocos segundos después se torna morado y es empujado fuera de la cámara, siendo azotado contra las puertas en el proceso.

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⏰ Última actualización: May 10, 2023 ⏰

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