Capítulo II

61 30 3
                                    

—Buenas tardes Don Pablo, le presento a mi hermano William— Dijo Tobías.

—Buenas tardes — Agregué .

—Jajaja—Se rió el hombre—Buenas tardes muchachos, sigues siendo igual que de pequeño William. La misma estampa de tu mamá.

—Eh... Si... Gracias Don Pablo—Dije un poco nervioso.

—Bueno, para lo que venimos. Los cité en mi oficina para comentarles algo importante...

—Si señor... Díganos—Agregó Tobías.

—Bueno, antes que todo, necesito que cualquier cosa que les diga, lo tomen con calma.

—Ajá—Dijimos los dos.

—Bueno empecemos contándoles más sobre su madre. Ella era una mujer algo peculiar. Era divertida, amable y respetuosa. Tenía cabello largo y rubio,piel clara, ojos verdes, cejas gruesas al igual que sus labios y un cuerpo simétrico. Le gustaba salir con sus amigos e ir de fiesta... Yo la conocí cuando teníamos 14 años, estábamos en cuarto de secundaria. Desde esa edad, ella se empezó a interesar en la música, amaba bailar, cantar y tocar el piano. Era una chica muy alegre, pero después de que cumplió la mayoría de edad, comenzaron sus malas amistades a influenciarla. Primero dejó la música, algo que como ya dije... Ella amaba. Después, comenzó a tratar mal a su madre y poco a poco se fue metiendo en el mundo del mal trato y las drogas. Yo siempre le decía a ella que se saliera de todo eso, que era perjudicial para cualquier persona que se meta. Al final salimos peleando y no volví a saber más de Anna. Lo único que supe es que creó una familia y unos años después, murió en un accidente automovilístico, pero sinceramente yo no creo mucho en eso. Les quería contar está historia para que sepan cómo era su madre y para darles este número de teléfono que es un amigo mío, que era su mejor amigo hasta el día de su muerte. Si quieren saber más de ella llamen al teléfono—Saca una tarjeta del bolsillo—Miren, esto les ayudará en su búsqueda.

—¡Wow! Bueno Don Pablo, muchas gracias por su amabilidad—Dije.

—Tranquilos niños—Respondió Pablo—Lo único que si les diré, tengan mucho cuidado en el camino que tomen de ahora en adelante, por favor ninguno vaya a tener en estos momentos roces románticos. La desgracia de su familia "según las personas" es que en la época de muerte de su bisabuela, ha tenido algo, la cual hace que todas las mujeres después de casadas o de relación mueran... Primero hablen con ese amigo, se llama: Juan. Él les dará más información que yo y el por qué su bisabuela tiene que ver.

—Bueno si señor. Muchas gracias. Se le agradece.

—Tranquilos, ahora váyanse con cuidado.

—Ok... Gracias—Dijimos saliendo de su oficina.

—Bueno, ahora... ¿Que hacemos? —Dijo Tobías

—Lo único es llamar a ese número. Necesito saber la historia de mi madre y la desgracia familiar. De pronto algo de eso tiene que ver con mi relación con Kylie, o como se comporta nuestro hermano Theseus—Respondí.

—¡Claro! Theseus... Don Pablo dijo que nuestra madre estaba envuelta en el mundo de las drogas y muy seguramente Theseus también. Toca esperar, mientras tanto... ¿Vamos a llamar?

—No podemos Tobías, nuestro padre nos espera en casa, se preocupara por nosotros. Más bien mañana después de atender en la pastelería y si me puedes ayudar llamamos ¿Te parece?

—Bueno.

+++

—Hola padre... Ya llegamos—Dije algo cansado—Padre...padre— Repetí una y otra vez pero no hubo respuesta.

—Phil no está... Solo estoy yo en la casa—Hablo Theseus.

—¿Como que nuestro padre no está? - Dijo Tobías asustado—¡Si el no puede salir!

—Pues si salió, ¿a donde?... Ni me importa.

—¡Pero Theseus, es nuestro padre. Sabes perfectamente que no puede salir. Estás loco!—Dije enojado.

—Ay si ajá. Voy a salir, nos vemos después—Dijo Theseus.

—Bueno... Y ahora ¿que hacemos?— Dijo Tobías.

—Pues vayamos a buscar a papá Tobías. Tiene que estar en algún lado.

—Bueno William, vamos.

Comenzamos a buscar desesperadamente a nuestro padre. Le preguntamos a vecinos, buscamos en tiendas, entre otras más cosas, pero nunca sabían nada.

—Padre... Phil, Phil—Grité.

—Pa... PADRE, ¡Acá estás!

—¿Lo encontraste Tobías?

—¡Si! Acá está. Papá, papá... ¿Papá? Por favor. Ay no. Padre, reacciona, por favor—Tobías comienza a llorar de la desesperación—¡Padre reacciona. William llama a la ambulancia!

—Si ya estoy llamando—Digo tembloroso.

—Padre... Por favor reacciona. Ya viene en camino la ambulancia.

+++

—¡Rápido a la camilla, el oxigeno. Corran, corran!—Dijo la paramédico.

—Padre, por favor. Tu puedes—Dijo llorando Tobías.

Mientras cogí del brazo a Tobías para que se calme, los paramédicos entran con una camilla a mi padre.

—Ya pueden entrar, vamos—Dijo la señorita.


—Por favor padre ya vamos a llegar al hospital tu aguantas, reacciona por favor —Dice Tobías .

—Toca reanimarlo. ¡Bueno chicos ustedes quítense, necesitamos espacio! ¿ok? Uno, dos... Otra vez, uno, dos...

Los paramédicos les tocó reanimar rápido a Phil para que llegara vivo al hospital y le mirarán que le pasó y si podría sobrevivir.

 Al llegar al lugar, lo bajaron y lo pasaron por urgencias. Mientras tanto Tobías y yo estábamos haciendo la gestión de ingreso de mi padre.

Después de unas horas de angustia, el doctor sale y nos da la noticia esperada.

—Buenas noches, familiares del señor Phil Sánchez.

—Si señor somos sus hijos— Respondimos.

—Bueno... Su padre está muy mal, está en cuidados intensivos pero no les aseguro nada.

—No doctor por favor, haga su mayor esfuerzo—Dijo llorando Tobías.

— ¡Doctor, doctor! Toca reanimarlo, no respira—Dijo la enfermera.

—Vamos—dice el doctor corriendo a la sala de urgencias.

—¡Noooo! ¡Padre!—Grito Tobías

Los Días En Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora