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Nota: Perdón por lo largo del capítulo pero LES PROMETO que esta weno 😳😳

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Había despertado con un terrible dolor de cabeza, producto de lo mucho que había bebido la noche anterior. Me organicé como cada mañana, con la diferencia de que ahora me sentía más torpe y distraído de lo normal, probablemente por cierto asunto que tenía pendiente en mi subconsciente. Y en cuestión de segundos, cuando estuve a metros de la sede de Favonius, una imagen se me cruzó a la mente, o muchas imágenes, más bien. Anoche había llegado a la conclusión de algo que de principio parece no tener mucho sentido, pero que sin embargo sería una pieza muy importante dentro de este rompecabezas.

Esa pieza era Diluc.

Como pude me devolví y caminé con prisa hacia el viñedo, como este no quedaba muy lejos no había necesidad de un medio de transporte. La visita fue de imprevisto, claro estaba, mi rostro de preocupación y mi atuendo de trabajo eran prueba de ello.

- Necesito hablar con Diluc. -pronuncié.

Pude haber sido más discreto como lo suelo ser siempre, pero la ansiedad estaba haciendo de mi mente un completo desastre. Las empleadas lucían fuera de lugar, lógicamente.

- Em... Lo siento pero el señor Diluc se encuentra indispuesto en este momento, sigue muy enfermo y-

-¡No me importa! -hice una pausa- déjennos a solas, por favor.

La ama de llaves retrocedió dando una leve reverencia y se marchó, al igual que todos los demás presentes. Diluc se encontraba sentado en su elegante sofá, contemplando el cálido fuego en frente suyo.

-¿Que quieres? -preguntó sin apartar la mirada de la chimenea.

- No quiero andar con rodeos Diluc, pero necesito que me cuentes como te sientes ahora. ¿Estás mejor? ¿Te has alimentado bien?

Luego él volteó su mirada hacia mí lentamente, como sacado de lugar.

-¿Por qué te importa saber cómo estoy? Dime que es lo quieres.

- No hay necesidad de ser tan rudos, Diluc. De hecho, el asunto en sí es tan delicado que me temo que no podré mencionarlo directamente, porque no quiero inculparte por algo de lo que aún no estoy seguro.

- ¿No puedes simplemente decirme que ocurre?

Me aclaré la garganta y tomé asiento junto al pelirrojo. En todo momento procuré ser sutil con mi tono de voz.

- Diluc, desde el primer día que desapareciste comenzaron a suceder cosas extrañas. Primero, los rastros de sangre, esparcidos por las afueras de la ciudad, y luego, el brutal ataque hacia un ciudadano extranjero. Lo segundo coincidió justo con tu pequeño escape de la casa, que fue anoche. Además, la gente está comenzando a tener sus propias dudas con respecto a tu paradero, y con debida razón.

El contrario soltó un pesado suspiro, volviendo su mirada hacia mí.

- ¿Y sospechas que fui yo?

- No puedo asegurarte nada, pero lo único que sé es que si llegas a estar involucrado en todo esto tu reputación se va a ir a la mierda, y si otra persona se llega a enterar, lo más probable es que te denuncien.

-... Si tomas el riesgo de asumir que yo causé todo eso, entonces significa que ya eres consciente de que algo no está bien conmigo.

- Te conozco muy bien Diluc, y sé que no es fácil que pidas ayuda, menos en asuntos con esta gravedad, pero voy a ayudarte a salir de todo esto, y haré que vuelvas a vivir como una persona común y corriente.

Thirsty | KaeLuc [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora