04.- Camilo.

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Camilo no tenía problemas emocionales, al contrario, el generaba problemas.

Al ser el único varón de los más pequeños, era muy latoso, y en secreto, de los consentidos de Bruno.
Cami era hiperactivo y nunca se estaba quieto, a menos de que Pepa lo regañara.

Bruno lo amaba muchísimo, siempre quiso un niño al tener solamente niñas. Camilo se la pasaba con su tío Bruno junto a Mirabel, su prima de la misma edad.

El vidente se encontraba leyendo un libro sentado en un sillón de una pequeña sala que tenían. Camilo llegó y le jaló el cabello.

- ¡Aaaay! ¡Si me dolió! - Camilo rió y trepó por las piernas de su tío y sentándose en su regazo.

- ¡Tu cabello es muy largo y esponjoso, tío! Mi mamá me lo quiere cortar - hizo puchero.

- Ay, camaleoncito, dile a tu mamá que yo te di permiso de traerlo como tú quieras - Camilo contento gritó.

¡Quiero una barba como la tuya! - Camilo tomaba a Bruno del rostro.

- Cuando crezcas tendrás una -

- Cuando sea grande, voy a ser como tú - abrazó a su tío con fuerza. Bruno le contó las pecas en modo de juego, para pellizcar sus mejillas, Camilo amaba ese tipo de juegos con Bruno.

- Te quiero mucho, mi Camilito - besó su mejilla varias veces, como lo solía hacer con Mirabel.

- ¡No seas cursi! ¡No! - se enojó limpiándose los besos.

- ¡Camilo! - los dos escucharon un grito.

- Es tu abuela...corre -.

Camilo corrió brincando, Bruno en serio lo adoraba, junto a Mirabel y a sus ratas, eran sus más grandes tesoros.
Igual amaba al resto de sobrinas, pero tenía especial conexión con los menores.

Bruno cerró sus ojos reposando su lectura. Cuando escuchó.

- Abuelita, ya me voy a portar bien... me gusta mucho ser latoso y jugar con mi tío -

- ¡No te acerques a Bruno! Quien sabe que les quiere enseñar - escuchó que su madre decía .

- Mira...tu tío es...especial, además te está malcriando bastante, eres un niño muy malo y consentido -  Pepa dijo.
Bruno se extrañó mucho, sus hermanas no solían permitir que Alma influyera en la crianza de sus hijos.

Escuchó como Camilo subía corriendo las escaleras sollozando.

- ¡Camilo! ¡Ven acá! -

Alma y Pepa seguían a Camilo, Bruno se colocó frente a Camilo protegiéndolo.

- ¡Es el niño más amoroso que he conocido! - ahí se quedó callado por un azote fuerte, tanto que los niños y los demás adultos se asomaron a ver.
Pepa le había soltado una cachetada a Bruno. Una nube negra llegó.

- ¡A ti que te importa como educo a mis hijos! ¡Que tu nunca hayas podido parir no es mi problema! - tapó su boca y la nube desapareció.
Bruno puso una expresión de sorpresa, se le hizo un hueco en el estómago, le había dolido bastante.

- Brunito...bebé, perdón...- Pepa intentó arreglarlo. Bruno ya se iba a retirar.

- No te disculpes, Pepa, tuviste toda la razón. Que Bruno nunca haya tenido hijos no es justificación, el está malcriando a los niños, están fuera de control y se los lleva a quien sabe donde que al día siguiente están bien contentos... - Bruno derramó una lágrima.

- Siempre averiguas la forma de hacerme sentir mal, ¿verdad? - Bruno se retiró sonando su mejilla.

Una hora después, Camilo seguía llorando en su cuarto, Mirabel estaba ya dormida.
Camilo se sentía triste, por su tío y por el. Cuando escuchó que tocaban su puerta.
La abrió encontrando a su tío.

- ¡Tío! Ya no quieren que me junte contigo - lo abrazó y Bruno lo cargó calmándolo.

- Ya, mi pequeño... - al no lograr callar su llanto, comenzó a tararear.

- Ven mi pequeño, te voy a llevar
A una tierra de encantos...
No llores, mi niño, nos iremos de aquí,
A un lugar de calma y tranquilidad -

Camilo paró de llorar y Bruno lo bajó, tomó la mano del mayor, quien lo llevó hacia su habitación.

Ahí dentro, pasó lo de siempre, pero especialmente para Camilo, viendo un cielo nocturno y las luciérnagas alrededor. El pequeño corría entre estas riendo.

Bruno seguía tarareando, al parecer, su voz al cantar calmaba a los niños. Lo había descubierto poco a poco, volvía a cantar su canción completa al llevarlos a sus habitaciones y al arroparlos. Así lo hizo esa vez con Camilo.
Camilo estaba cansado, el canto de Bruno parecía un tipo de hipnosis, porque estuvo muy calmado toda su noche.

Cayó profundamente dormido, cuando Bruno tomó un peluche de camaleón que le había comprado a Camilo y se lo puso a lado. Cami lo agarró y lo abrazó, para seguir dormido.

Bruno salió de la habitación.

- Mirabel es mi niña especial, de nuevo iré por ella -.

Al parecer, no sería la primera vez para Mirabel el tener  "noches encantadas" con su tío.

AAAAA, holi :D
Ando actualizando porque no tengo que hacer jsjs
Muchas gracias por sus mensajes de apoyo, espero se me pase rápido el covicho :')

Vengan pequeños // Encanto Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora