02.- Dolores.

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A diferencia de Isabela, Dolores era menos presionada, pero solia ser opacada por su prima.

Disfrutaba bastante la compañía de Isa, jugaban y se querían mucho, pero aún así, la hacían sentir menos. Incluso sus padres parecían preferir a Isabela.

Dolores solía siempre escuchar cosas a sus espaldas, más de la abuela.
No era la primera vez, Dolores caminaba tocando un ukelele, era su instrumento musical favorito y le apasionaba el sonido y el tocarlo.
Isabela llegó con ella.

- ¡Wow, primita, ya tocas mucho mejor! - dijo aplaudiendo orgullosa

- Gracias Isa, esta canción es para ti - Dolores tocó una melodía alegre, provocando que ambas comenzarán a bailar y reír.

Julieta y Pepa estaban discutiendo en un cuarto con Alma, Dolores no pudo evitar escuchar y se quedó callada, Isa hizo lo mismo.

- No me gusta que compares a las niñas, mamá -

- ¿Crees que les haces bien? -

- Si lo hago, es porque se que Isabela tendrá mejor don que Dolores -

Isabela formó una expresión de molestia, volteó a ver a Dolores, quien escuchaba con frustración.

- ¡Mi sobrina tiene potencial! -

- ¡Eso ni siquiera tiene sentido -

Cuando Dolores iba a echarse a correr, Bruno apareció detrás de las niñas.
El había estado escuchando todo, le reventaba el hígado que Alma comparara a las niñas, como lo hizo con el.

- Isa...ve con tu papi y con la bebé Luisa, voy a quedarme aquí con Dolores -

- ¡Si, tío Brunito! - Isa se fue preocupada, mientras corría con su papá, deseó que esa noche de luna llena le tocara a Dolores ver la magia de Bruno, así para olvidar lo que la abuela había dicho.

Bruno miró a Dolores, quien escuchaba llorando. Bruno se enojó y acomodó su ruana, entrando a la habitación.

- ¡Ya, mamá! ¡Te la vives comparando dones! ¡Haces menos a los que tu crees! - Alma no se lo tomó nada bien, levantó la mano amenazando a Bruno con golpearlo, Julieta la detuvo.
Bruno por instinto, cayó al suelo y se cubrió con los brazos esperando el golpe.

- ¡A mi no me hables así, estúpido! ¡Tu de plano eres la decepción de los Madrigal! -

- ¡Mamá, ya basta, lo asustas! - gritó Pepa provocando una nube de lluvia, esto al notar que Bruno temblaba mientras se protegía.

Alma bajó la mano y se calmó un poco.

- ¡Mira! ¡Eso provocas! ¡Bruno te tiene miedo! ¡Es inseguro por tu culpa! - Dolores veía todo, sin decir nada, entró llamando la atención.

Tomó de la mano a su tío que temblaba en el suelo, notando que estaba mal.

- Ya nos vamos...no somos tan distintos - Bruno se levantó siguiendo a la pequeña Dolores, le lanzó una mirada de inmenso odio a Alma y se retiró.

°°°

Bruno secaba las lágrimas de Dolores, quien se sentía insuficiente.

- No se porque mi abuela es así...no me quiere...nadie me quiere - lloraba sin parar.

- No vuelvas a decir eso nunca, todos te queremos muchísimo: siempre juegas con Isa, siempre se cuentan secretos y juegan todo el día con Luisa. Tus papis igual te aman mucho, tus tíos y yo te amamos con toda el alma -.

- Tengo miedo...mi don será tan inútil...-

- ¡No! Veo que te servirá bastante. Fuera de eso, tu eres una niña muy bonita, tocas el ukelele muy bien, y tu corazón igual es muy grande -

Dolores abrazó a Bruno, este le correspondió.
Recordó que era su turno.

- ¿Quieres ver algo hermoso esta noche? He estado haciendo ilusiones que te van a gustar mucho -
Dolores confundida aceptó.

°°°

- ¡Si! El tío Bruno hace magia de otro tipo, tienes que verlo -  Isabela decía mientras se arropaba para dormir.

- No lo sé, mami me dice que no confíe mucho en el tío Bruno -.

- No debemos juzgar a las personas - soltó un bostezo y se quedaba dormida - el tío Bruno es...muy dulce... -

Dolores vio que Isabela ya se había dormido, cuando entonces salió de la habitación. Debía escuchar a Isa, Bruno no era malo.
Lo divisó al otro lado del pasillo, quien le indicó acercarse.
Lo hizo a paso rápido para que no la viera nadie, aunque no hubiese nadie despierto, solo su tío y ella.

- Ven, nena...- Bruno tomó su espalda y la llevó dentro de su cuarto.
Dolores estaba nerviosa, pero se le quitó cuando el vidente se concentró y abrió los ojos mostrándolos de un color verde que brillaba con intensidad.

La arena entonces formó flores y notas musicales, Dolores miraba con emoción.

- ¡Es hermoso, tío! - Bruno le entregó el instrumento que a ella le encantaba tocar, la niña tocó las cuerdas y danzaba entre las ilusiones. Reía y tarareaba.

Bruno la miraba triste, ya que el futuro don de la pequeña Dolores no le permitiría disfrutar la música como en ese entonces.

Las noches pasaban, la siguiente luna llena, las dos primas disfrutarían del truco que Bruno había aprendido.
Cuando Luisa creciera un poco más, sería su turno.


Perdón la tardanza, no han sido muy buenos tiempos para mi :(

Vengan pequeños // Encanto Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora