Limpiè con enojo las lágrimas que se escaparon. No iba a llorar más. ¡Ahora resulta que él se hace el enojado! Si a él ya no le interesaba mas estar conmigo solo tenia que decirlo, no hacerme ¡Eso!
Entré tratando de controlar mi enojo y sin decir media palabra subí las escaleras hacia mi próximamente ex habitación. Esto no estaba entre mis planes pero después de ese recibimiento, entendí que era lo mejor.
Me cambié rápidamente, unos jeans desgastados, una sencilla blusa y una no muy gruesa sudadera. De la parte superior del closet tomé la maleta más grande que tenía, la misma que había usado cuando salí de casa de mi madre. ¿Que lo único que sabes hacer es huir?- un rotundo "Sf" fue la respuesta que le di a mi voz interior. Comencé a meter la mayor cantidad de ropa. Solo la traída por mí y la comprada con mi dinero. Todo lo que había pagado Claudio ni loca lo llevaría. Patético... Tal vez. Pero tenía que proteger mi dignidad.
No queria irme, no quería alejarme de él y tampoco de Mariana y Pablo, ¡Mi familia! Bajé los escalones silenciosamente, si él no me hablaba yo no le hablaría. Yo toqué la puerta dispuesta a escuchar sus motivos, sus razones. Pero si él no tenia el mínimo interés de hacerlo yo no soy nadie para obligarlo a hacerlo. Me detuve en el living viendo hacia la sala, solo alcanzaba ver a Claudio cambiando el canal del televisor y ambos niños dormían en un sillon. Me estremeci y las ganas de llorar volvieron.
Acomodé la enorme maleta en mi hombro y caminé hacia la salida, apenas atravesé el umbral de la puerta y un frio que no estaba al momento de bajar del auto de León me abrazó por completo. Me cubrí lo más que pude con la sudadera. Cerré la puerta detrás de mí. Dejando todo lo que tenía atrás.
-Es admirable tu interés en esto. - esa voz fria me hizo detener solo a unos cuantos metros de la puerta.
-... No tanto como el tuyo. - dije sin siquiera voltear a verlo.
¿Cómo podía decir eso después de ignorarme?
-¿Qué esperas? ¿Qué te ruegue por una explicación? - carcajee hipócritamente - Mejor espera sentado Meyer.
-No que ruegues por una explicación, pero al menos que me permitieras dártela antes de irte con León.
-¡Y qué querias Claudio! -me di la media vuelta y deje caer la maleta - Que te dijera "No te preocupes, vistete y te espero aqui afuera para que me expliques ¡Por qué tienes a la estúpida de Antonia desnuda encima!" - la oración terminó en un grito de rabia.
-¡No! ¡Pero esta es tu manera de arreglarlo!, ¿Irte?
-¿Pero que tienes en la cabeza Claudio? - dije con frustración -¿Ahora yo soy la culpable? ¿Ahora yo Tengo que arreglar todo? - pregunté indignada - Yo no fui la que cometió el "error" - hice comillas con los dedos.
-¿E irte con León no fue un error? - levantó una ceja - Oh si lo olvidaba...
-¿Qué?-pregunté sin entender.
- Es bien conocido que tienes antecedentes de usar a las personas... - bien... Exploté
-¿Qué estás queriendo decir? - me aproximé a él - ¿Que me fui con León por venganza?
-Tú lo haz dicho. - mis ojos se cristalizaron pero de inmediato me controlé.
-Sabes... Hubiera sido tan fácil hacerlo... Pagarte con la misma moneda y acostarme con León. - su rostro se tensó - Pero no lo hice... Aunque no lo creas. - mis lágrimas cayeron - No sabes cuánto me hiere que pienses así sobre mi Claudio. - limpié con brusquedad las rebeldes lágrimas - Pero qué bueno que lo dices, ahora me doy cuenta de lo poco que confiabas en mi... Pero qué lastima que yo tenía tanta confianza en ti y ahora me doy cuenta de que fui una estúpida.
- Ambos lo somos... Tal vez esto nunca debió suceder. - miró hacia abajo y yo camine hacia atrás, tratando de ocultar mis gestos de dolor, debido a las fuertes punzadas en mi pecho.
-...Y hasta ahora lo dices- . tomé mi maleta "Nunca te dejaré sola" - lo cité - Tal vez nunca debiste haber dicho eso. - sentía el aire helado acariciar mis mejillas empapadas.
- Supongo. - él se limitó a meter sus manos en los bolsillos de sus jeans y mirarme con dureza.
Me giré sobre mis talones respirando profundamente antes de salir para siempre de la vida de Claudio Meyer.