1. Animales fantásticos: El magizoologo y la auror

Epilogo

Aberforth Dumbledore casi nunca había salido de Reino Unido. Prácticamente podía decir que sólo lo había hecho cuando viajó a Bhután, casi un año antes, para rescatar a su querido hijo Credence. No es que no pudiera, sino que prefería su vida sencilla y más o menos tranquila en su taberna. Sin embargo, no hubiera podido perderse la boda de Newt Scamander, que se celebraba en New York, no sólo porque, testarudo como sólo podía serlo él, su hermano Albus no había querido ir, sino, y eso era lo más importante, porque Bunty lo hubiera despellejado. Ella era una de las pocas personas junto con su hermano, Minerva McGonagall y Theseus Scamander, que sabían que Aberforth estaba allí como padre del novio.

- Cariño, ¿qué haces aquí tan solo? - Sonó una voz dulce a su lado.

El tabernero se sobresaltó; era un secreto a voces que estaban juntos desde hacía unos meses, pero aún no era capaz de acostumbrarse a las palabras cariñosas que la aspirante a magizoologa le dedicaba. Bunty lo cogió de la mano y tiró de él para sacarlo del rincón donde se había refugiado después de tener una conversación con Theseus.

- ¡Bunty! ¿¡Qué demonios haces!? - Bramó, tan amable como siempre, incluso con la mujer que adoraba, aunque a veces lo sacara de sus casillas.
- Pues sacarte a bailar, ¿tú qué crees? - Dijo la asistente con tono de que estaba diciendo algo evidente. Su única reacción al tono desabrido de su pareja fue poner los ojos en blanco.
- ¡No quiero bailar!
-  No seas cascarrabias - le advirtió Bunty. - Es la boda de tu hijo, tienes que bailar.
- Cállate - Aberforth le puso la mano que tenía libre sobre los labios, mirando a todos lados. - Te van a oír...

Bunty suspiró pero siguió tirando de él a la pista de baile.

- Deberías decirle la verdad, cariño - le dijo en voz muy baja, mientras intentaba que diera algún paso de baile. - Si se entera por otro, se va a enfadar mucho...
- Ya hemos hablado de eso, Bunty - replicó Aberforth, también en voz baja. - Él tiene fama mundial y yo soy el dueño de una taberna de mala muerte...

La chica le puso una mano en la mejilla con suavidad.

- No creo que le importara - le dijo con cariño. - Pero bueno, piénsalo, ¿vale? Y no te atrevas a protestar por estar bailando, Aberforth Dumbledore, o pondré en práctica alguno de los trucos que Lally me enseñó...
- Esa mujer... - murmuró el tabernero con tono hosco.

Bunty se echó a reír, pero también sonrió triunfal al haber conseguido que su pareja saliera a bailar con ella.

- Miráles... - dijo Lally, observando a Bunty y a Aberforth, mientras bailaba con Theseus. - ¿Cuánto tiempo más van a fingir que no están juntos?

La profesora tenía el vestido de dama de honor lleno de manchas de verdin del césped, ya que un poco antes Newt había tropezado al bailar con Tina y se los había llevado por delante.

- Mmmm... supongo que querrán ser discretos.. - dijo Theseus, mirándoles de reojo. - Aunque nunca hubiera dicho que esos dos iban a acabar juntos...
- Ni tampoco pensabas que ibas a conocer a una mujer como yo, señor Scamander... - se jactó Lally, sonriendo. - Y aquí estámos... bailando en la boda de tu hermano...

El auror sonrió y le cogió la mano, besándole cariñosamente el dorso de la misma.

- Eres todo un caballero, Theseus - susurró la joven, un poco sonrojada por la galantería.
- ¿Ya has tenido suficiente tiempo? - Le preguntó Theseus, un tanto suplicante.

Desde la caída de Travers y el aumento de trabajo de Theseus con su nuevo puesto como Jefe de Seguridad Mágica en funciones, y también con el trabajo de Lally en su Colegio, a penas habían podido verse en aquellos meses. El auror pensó que había sido lo mejor... aunque al volverla a ver había hecho que se pusiera muy nervioso.

- Sí, Theseus - asintió ella, poniéndole una mano en la mejilla, como había hecho Bunty con Aberforth. - Creo que líos a parte, lo nuestro puede tener futuro y quiero pasarlo contigo.

Cuando Newt se había caído sobre ellos, Lally había aprovechado para darle un gran beso a Theseus delante de todo el mundo. En esta ocasión, fue el auror quien la besó a ella.

- Yo también quiero pasarlo contigo, Lally - repuso él, sonriendo. - Empezando por esta noche...

Los dos se miraron un momento y luego, con un acuerdo silencioso, dejaron de bailar y se escabulleron hacia la casa de Queenie y Jacob, cogidos de las manos.

Los recién casados, Newt y Tina, también se habían escabullido para pasar un rato solos después de todo el jaleo de la boda. Se sentaron juntos en un banco del jardín.

- Seguro que estás agobiado con tanta gente - sonrió Tina, apoyada en el hombro de su esposo. - Te conozco, Newt... - él sonrió y le acarició la mano y el lazo dorado que les unía.
- Un poco... - le dijo con voz suave. - Cuando apareciste ese día en mi casa con Lally, nunca pensé que acabaría casándome contigo. Y si alguna vez lo pensé... te aseguro que no había tanta gente... pero claro... cualquiera le dice a Queenie que queríamos una boda íntima.

La auror se echó a reír y besuqueó levemente los labios de Newt. Ella también hubiera preferido una boda sencilla, pero su hermana había insistido, ya que ella no había podido tener una boda por todo lo alto.

- ¿Sabes que Theseus me ha propuesto que cuando sea Jefe de Seguridad Mágica de forma oficial, me convierta en la Directora de la Oficina de Aurores Británica? - Comentó Tina.
- Eso sería genial, así no tendrías que ir y venir todos los días a New York - dijo Newt, con entusiasmo, pero luego la miró serio. - Lo que no tengo muy claro es que puedas serlo, siendo estadounidense...

Tina asintió, sin dejar de sonreírle.

- También se lo pregunté a Theseus... me dijo que al casarme contigo me convertía de facto en una ciudadana británica y por tanto, podía acceder a un puesto en el Ministerio Británico - explicó Tina. - Debo pensando y hablar con el MACUSA...
- Cualquier cosa que elijas, te apoyaré, mi.... mi amor - tartamudeó Newt, con voz cariñosa. - Cre... creo... que... deberíamos empezar a retirarnos...

Tina enrojeció ante la insinuación de su esposo.

- Pero... la fiesta... Queenie se pondrá como loca y... - pero Newt la acalló, besándola apasionadamente.
- Que se fastidie... es nuestra noche de bodas.

Con mucha más seguridad en si mismo que nunca, Newt se puso en pie y tiró de ella, llevándola también hacía la casa, a la habitación que habían preparado para ellos.

FIN

[N/A: Desde hacía mucho tiempo que no escribía un fanfic tan largo. De hecho, cuando escribí el fic de Theseus y Lally, que se sitúa cronológicamente justo después de éste, iba a hacerlo mucho más corto. Bien, el siguiente, que completa mi parte de la saga, será de Albus y Gellert 😍😘)