No fue la ultima vez que tembló entre mis brazos, no siempre fue por el frio, los recuerdos la atormentaban, lo que sentía la hería y la culpa la carcomía, lo intentamos, de todas las formas tratamos de superarlo, pero esto era algo que no se podía...
- ¡No lo puedo creer! - Me rodeo con sus fuertes brazos – Te amo, te amo, te amo – Dijo repetidamente entre besos, sonreí
- Que inesperado – Lo observe, su sonrisa no había desaparecido, asintió acariciando mi abdomen
- Iré a hacer el papeleo, mañana a primera hora nos vamos a celebrar como se lo merece nuestro bebe – Sonreí, dejo un lánguido beso en mis labios y salió corriendo de la habitación
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Me desperté cuando toda la luz del sol se derramo sobre mi cara impidiéndome dormir más, maldije tapándome la cara con la sabana, minutos más tarde sentí como me quitaban la sabana
- ¿Te sientes mal? - Richard tenía preocupación en sus ojos, negué - Levántate, ya te dieron de alta, prepárate y nos vamos – Me levante y toque mi abdomen con disimulo, Richard lo noto y puso su mano sobre la mía - Nuestro bebe será afortunado de crecer en una familia con tanto amor – Sonreí poniéndome de pie, deje un beso en sus labios y camine a la ducha, al salir ya me había vestido, Richard había puesto todas mis cosas en la mochila – ¿Te hace falta algo? - Negué nuevamente poniéndome los zapatos, me agarro de la mano y salimos del hospital, tomamos un taxi, Richard dio la dirección al taxista y volvió al asiento junto a mi
- ¿A dónde vamos? - Lo observe curiosa
- Es una sorpresa – Coloco su brazo detrás de mi cuello, suspire recostándome en su pecho
- ¿No me dirás?
- No, ni una palabra saldrá de mi boca – Nos quedamos en total silencio durante el transcurso – Llegamos – Me aleje de su pecho observando por la ventana, me baje del taxi y pronto llego a mi lado - ¿Te gusta?
- Es muy bonito – Mi vista seguía fija en una gran entrada a un bonito restaurante campestre, un lindo lago se veía al fondo además de varios animales que caminaban por allí
- ¿Entramos? - Asentí entrelazando mis dedos con los suyos, Richard me llevo a una bonita mesa decorada, corrió la silla para que me sentara y sonreí
- Que caballero – Sonrió
- Siempre, ¿Acaso no lo parezco?
- Claro que sí, el más guapo de todos – Tomamos el pedido y hablábamos mientras llegaba
- ¿Puedo hablarte con franqueza? - Lo observe
- Claro, ¿Qué sucede?
- Nunca hemos hablado de ello, nunca hemos oficializado lo que tenemos, primeramente me acerque a ti porque eres la persona más hermosa que he conocido, me atrajiste mucho – Agarro mi mano – Pero luego de conocerte ya no pude sacarte de mi cabeza, no tuve el valor de preguntarte si querías salir conmigo, pero todo se dio con naturalidad, puede que oficialmente no tengamos una relación, pero ambos sabemos que somos más que amigos, estas embarazada, es la prueba suficiente del amor que nos sentimos, puede que sea un poco tarde, pero ¿Te gustaría ser mi novia? - Una sonrisa tímida se formó en mis labios
- Si, si quiero – Me puse de pie rodeando la mesa, me incline un poco sobre el para besar sus labios, lo bese con fiereza antes de separarnos para regresar a mi lugar
- Me haces la persona más feliz del mundo
- Y tú a mi – Sonreímos cómplices mientras el camarero colocaba los platos sobre la mesa, comimos en silencio y al terminar regresamos al hotel
Me senté en la cama mientras Richard entro a ducharse, busque el número de mi padre y lo llame
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- Hola papá
- Hola cariño, ¿Cómo te sientes?
- Mucho mejor, ya me dieron de alta, estoy en el hotel, mañana regreso
- Me alegra mucho, todo está listo para el ataque, el alfa de la manada norte se comunicó con un vampiro quien es el razonero del cambia formas, todo está listo, la pelea fue aceptada, en un par de semanas más todos nuestros problemas se solucionarán
- Lo hablaremos mañana con calma, además tengo algo que decirte... Adiós papá
- Adiós cariño descansa
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Me recosté en el suave colchón, ¿Cómo lo iba a tomar?, puede que no se alegrara del todo, aunque sería su primer nieto y mi padre con su gran corazón lo amaría sin duda
- ¿Sigues aquí? - Pregunto Richard saliendo de la ducha con el torso desnudo
- Si, estaba pensando – Sonreí estirando mis brazos – Ven aquí - Se acerco a paso lento, se recostó a mi lado rodeando mi cuerpo con sus brazos, sus labios descansaron sobre mi frente, recosté mi cabeza contra su pecho mientras sus latidos me arrullaban
- ¿En serio volverás mañana?
- Si, el día se acerca y tenemos que estar preparados
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Me levanté con cuidado para no despertar a Richard, me dirigí al baño, al salir los ojos de Richard se fijaron en mí, sonrió
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