No fue la ultima vez que tembló entre mis brazos, no siempre fue por el frio, los recuerdos la atormentaban, lo que sentía la hería y la culpa la carcomía, lo intentamos, de todas las formas tratamos de superarlo, pero esto era algo que no se podía...
- No te preocupes, lo tengo bajo control – Me observo fugazmente antes de un fuerte frenazo después de que el auto recibiera un fuerte golpe, nos bajamos del auto rápidamente encontrándonos con un... o mejor dicho una loba
- Te dije que bajaras la velocidad – Dije un poco molesto, sentándome como me fue posible frente al cuerpo inmóvil
- Tranquilo, ni siquiera lo vi – Levanto las manos
- ¡Perrito! - Llego corriendo
Me puse de pie y trate de levantarla, tome mis muletas y subí una de ellas al auto antes de volver solamente con una para tratar de levantarla, pero era más grande, eso significaba, más pesada
- Ayúdame – Lo observe
- ¿Qué vas a hacer? - Me observo confundido
- Si piensas que voy a dejarla aquí, estas muy equivocado – La levantamos entre los dos y la llevamos al auto, me subí junto a ella y junto a Aaliyah
- ¿Al menos sabes donde hay una clinica veterinaria?
- No, pero se dónde llevarla – Le di indicaciones y al cabo de unos minutos ya nos encontrábamos frente a la puerta, abrí la puerta del auto para que Aaliyah bajara, luego de que nos bajáramos nuevamente la levantamos, nos acercamos con cuidado a la puerta, toque el timbre un par de veces antes de escuchar una adorable voz que venía de adentro, tardo un poco y empecé a cansarme, pude notar que por el ceño fruncido de Christopher él también lo estaba, la puerta se abrió y la hermanita de __ nos observaba con la boca abierta, pero su ceño se frunció al ver a quien sosteníamos en nuestros brazos
- ¡Papá! - Grito fuertemente - ¡Papá ven! - Grito nuevamente, su padre apareció en la puerta e inmediatamente sus labios hicieron una línea recta
- ¿Qué fue lo que paso? - Pregunto molesto mientras levantaba a __ de nuestros brazos como si su peso fuese igual al de una pluma, quede impresionado observando la facilidad con la que la levantaba, era razonable ya que prácticamente solo estaba utilizando un pie, pero Christopher me ayudo ¡Era imposible!
- Fue un accidente, estaba en la carretera
- De acuerdo – cerró la puerta con su mano libre, ¡Ahora la levanto con una sola mano!, era como si levantara a un pequeño cachorrito recién nacido ya que ni siquiera parecía hacer esfuerzo, tome la mano de Aaliyah, y nos dimos la vuelta junto a Christopher para volver al auto, pero la puerta se volvió a abrir, observamos de que se trataba y era la hermanita de __
- Perdonen a papá, es un poco... difícil – Sonrió – Gracias por traer a __, ¿les gustaría pasar? - Se veía que tenía poca edad, pero la forma en que hablaba y se expresaba era como si fuera mucho mayor, sonreí, sin duda esta familia estaba llena de sorpresas
- Esta bien, vamos – Hice un gesto a Christopher para que me acompañara, entramos a la casa y Christopher se acercó a mi oído y preguntó
- ¿__? - Asentí de manera casi imperceptible
- Siéntense - Señalo el sillón - ¿quieren algo de comer?, tenemos pizza – Aaliyah asintió observándome para que aceptara la invitación
- No quisiéramos arruinar su cena
- Oh, no se preocupen, siempre pedimos más de lo que podemos comer – Camino hacia la mesa y dejo en tres platos porciones de pizza entregándonoslos - ¿Algo más? - Negue dando un mordisco a la pizza
- ¿Con quién hablas? - Don Juan bajaba las escaleras y al vernos hizo una mueca de disgusto - ¿Qué hacen aquí?
- Eres un maleducado, ni siquiera les agradeciste – Puso sus manitas en su cadera en un gesto gracioso
- Desde que él - Me señalo - apareció en la vida de tu hermana los problemas se han vuelto infinitos
- Pero se quieren – Me observo fugazmente - ¡Y si es!... - Fue interrumpida por un fuerte sonido proveniente del piso de arriba, subimos rápidamente, sé que no era prudente ya que anteriormente estaban discutiendo por mi presencia, pero estaba muy preocupado por __ así que le reste importancia, al subir las escaleras __ se encontraba en el suelo junto a su cama envueltas en las sabanas, una sombra algo aterradora se sumergió en la oscuridad desapareciendo por la ventana, lo cual por alguna extraña razón trajo a mi mente el encuentro en aquel bar, don Juan corrió a su rescate levantándola en sus brazos y acostándola con cuidado en la cama
- ¿Estas bien? - __ asintió
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