Capítulo 12

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En unos minutos las dos chicas se encontraban cenando en el comedor, mientras que Julia comía aquel cereal con leche, Mari bebía un vaso con su líquido vital.

—Tengo otra pregunta. —Dijo Julia entre bocados—. Con todo este asunto entre humanos y vampiros, ¿Cómo sabes en quien confiar?

—Te diría que es mi instinto, pero en realidad, en la mayoría de las personas el olor de su sangre es dulce, muchos de nosotros usamos eso para decidir a quién acercarnos.

—Eso significa que mi sangre es dulce.

—Una de las más dulces que he olido si te soy honesta. —Admitió Mari entre sorbos

—¿Quiénes son los otros? —Cuestiono la muchacha curiosa

—Uno de ellos es Andrés por supuesto y el otro...—Comenzó a responder sin estar muy segura de decirle acerca de la otra persona, sin embargo, la curiosidad sobre pasaba a Julia y Mari sabía que podía confiar en ella, por lo que respiro hondo antes de responder—. El otro es James.

—¿James? ¿En serio?

—Es extraño, pero cuando entro al salón por primera vez, el olor era tan dulce que apenas y si logre resistir el impulso de saltarle encima. —Explicó sintiendo como el rubor cubría sus mejillas, eso y el chillido de emoción que soltó Julia no le ayudaban a tranquilizarse

—El profesor Andrés te gustaba, eso significa que James también te gusta.

—No sé si es lo mismo que con Andrés, pero admitiré que disfruto de la compañía de James. —Añadió Mari vaciando su vaso y relamiéndose los labios bajo la mirada de su amiga—. Lástima que en cuanto se entere de lo que soy se alejara de mí.

—No creo que lo haga, si bien su opinión acerca de los vampiros no es muy positiva, pero en cuanto sepa sobre ti, estoy segura de que te aceptara.

—Eso sería bueno, pero una relación entre un vampiro y un humano siempre está destinada a terminar como tragedia.

—¿Por qué lo dices? —Cuestiono la chica de anteojos haciendo a un lado su plato vacío

—El humano en algún momento morirá, todos lo hacen.

—Supongo, aunque no si lo conviertes.

Mari negó ante la idea de su amiga, nada de eso ocurriría en un futuro cercano, no solo por las posibilidades casi nulas de que un adulto se pudiera convertir, si no también, por el hecho de la aversión que tenía el muchacho para con las criaturas como ella.

La noche comenzó a convertirse en mañana sin que las dos chicas dejaran de conversar sobre diversos temas, ya fuera relativos a los vampiros u otros temas completamente diferentes como la escuela, las clases y diversos pasatiempos, Mari solía tener muchos de esos debido a su larga edad y Julia estaba fascinada por ello.

—Fue una buena noche de caza. —Fue lo primero que dijo Javier al entrar al departamento, lucia bastante satisfecho consigo mismo y su camisa mostraba pequeñas manchas de sangre, al momento de ver a las dos muchachas en la sala su expresión cambio a una de sorpresa y girándose para ocultar la suciedad de su ropa.

—Tranquilo Javier, ya lo sabe todo. —Soltó Mari entre risas al ver a su hermano—. ¿Dónde estabas?

—Fui al bosque, hay animales deliciosos ahí. —Respondió tratando de limpiar su mano en el pantalón, antes de extenderla hacia la muchacha de lentes—. Javier Vega a tu servicio, es un placer conocerte oficialmente.

—Lo mismo digo. —Dijo Julia paseando su mirada por las manchas de sangre

—A Javier le gusta cazar su propia comida, según él, su masculinidad vampírica se eleva si lo hace. —Explicó Mari con una sonrisa

—No son ideas mías, está comprobado que cuando alguien caza, su habilidad para el combate aumenta.

—¿Y contra quien piensas pelear?

—Vampiro precavido vale por dos. —Respondió Javier encogiéndose de hombros—. En fin, me voy a bañar, tengo que ir a la cafetería para recibir un par de pedidos.

—Pero si es domingo. —Recordó Mari confundida, según ella, los repartos de insumos solo se daban entre semana

—Hablo de nuestros otros pedidos. —Dijo el hombre haciendo que la chica entendiera de lo que hablaba, con un último saludo, se alejó con rumbo a su habitación.

—Tu hermano es lindo.

—No te dejes llevar por su aspecto, es un idiota para tratar a las mujeres, por su cama han pasado todo tipo de chicas desde humanas hasta vampiresas. —Explicó Mari con toda la intención de desanimar a su amiga de hacer algo—. Además, es demasiado mayor para ti.

—También eras demasiado mayor para el profesor Andrés y aun así te acostaste con él.

—Vaya, usando mis propias experiencias en mi contra, bien jugado.

—Solo dije que era guapo, no es que busqué algo más. —Dijo Julia golpeando a Mari en el hombro—. Aunque, si se diera la oportunidad, ¿Quién soy yo para negarme?

—Saben que aun puedo escuchar todo lo que dicen, ¿Verdad? —Exclamó Javier asomando su cabeza por la puerta del baño con el entrecejo fruncido—. Si te interesa, puedo pasarte mi número.

Dichas esas palabras, miro a Julia guiñándole el ojo coquetamente antes de volver al baño, las dos chicas lo miraron antes de soltar unas risas, a las cuales también se unió el chico desde donde se encontraba.

—Te lo dije, no pierde una oportunidad para conseguir una chica.

—De acuerdo, tengo otra pregunta. —Dijo Julia regresando al tema que la había llevado al departamento—. ¿Cómo se convierte a un humano?

—Solo tienes que morderlo. —Respondió la aludida encogiéndose de hombros—. Nuestros colmillos son como los de una serpiente, al momento de morder a un humano un veneno se aloja en ellos, cosa que se contrarresta al momento de bebe de su sangre.

—Por eso se puede alimentarse de humanos sin que estos se conviertan.

—Exacto, aunque como ha dicho Andrés en sus clases, es bastante extraño que una persona termine convirtiéndose.

Su conversación continuó por varias horas más, hasta que la muchacha de lentes tuvo que irse ya que su padre la necesitaba, Mari la acompaño hasta la entrada del edificio de departamentos, no podría acompañarla a su casa debido a que el sol estaba en pleno apogeo y seria doloroso, cosa que su amiga comprendió fácilmente.

—¿Lo ves? Te dije que confesarle eso no haría que nada cambiara. —Dijo Javier cuando su hermana volvió al departamento.

—Odio cuando tienes razón, pero estoy aliviada. —Secundó Mari dejándose caer sobre el sofá—. Ojalá todos fueran como ella.

—Las cosas están empeorando para nuestra clase. —Reveló su hermano mayor tomando asiento a su lado, la muchacha lo miro extrañada por aquella revelación—. Estuve con un par de vampiros en la noche de caza, al parecer los cazadores del GAV están comenzando a moverse.

—¿Hay algún plan?

—Nos reuniremos esta noche para preparar una estrategia, ya sabes cómo es esto. Es momento de protegernos los unos a los otros.

 Es momento de protegernos los unos a los otros

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Niebla CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora