♥(﹙𝑶𝑵𝑬-𝑺𝑯𝑶𝑻 7﹚)♥

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Eres una psicóloga profesional de el manicomio ___, en el trabajo te va muy bien, todos tus pacientes regresaban a casa sin ningún problema y tienen una salud mental muy estable.

Al estar en un rango profesional te asignaron un paciente muy particular, este tenía unos problemas tales como el trastorno de la bipolaridad, trastorno por estrés postraumático y Trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Tu trabajo era el mismo de siempre, hacer que tus pacientes salgan con una sonrisa de ese edificio y sin problemas mentales que interfieran en sus vidas, en este caso te tenías que esforzar, ya que este hombre llevaba unos años en ese edificio y ya no tenían mucho espacio.

Hoy era el primer día en que estarías con él y te sugirieron por seguridad el que entrases con un guardia o 2 por el peligro que tenía esta persona, la cual ya estabas al tanto de él.

—Buenas tardes, señor William— silencio fue lo primero que recibiste del contrario—M-muy bien, comenzaremos con algunas preguntas si no le moles-— fuiste interrumpida por aquel hombre.

—Siempre es lo mismo, ja, ja, ja—te le quedaste mirando sin entender a qué se refería.

—Disculpe, no logro entender ¿A qué se refiere?— nuevamente recibiste ese silencio.

—Me estoy refiriendo a las mismas preguntas, las mismas las cuales ni una sola alma logro obtener respuesta, sabe... es la primera mujer que no tiene apariencia seria como las demás—esos comentarios te sorprendieron bastante, así que decidiste hacer uno de tus métodos, el cual consistía e evitar las clásicas preguntas.

—Ya veo... dime ¿juegos de mesa o digitales?—cuando hiciste esta pregunta se quedó atónito unos segundos y luego pensó un poco.

—Doctora, creo que esas preguntas no son relevan-—unos de los guardias fue interrumpido por el mismo hombre con el que estabas hablando.

—Creo que prefiero los digitales doctora— todos se quedaron algo sorprendidos porque usualmente nunca contestaba preguntas.

—Valla, a mí también me gustan, que coincidencia ¿no lo crees?—le regalaste una sonrisa cálida.

—Doctora, ¿Usted sabe muy bien que está poniendo en riesgo su trabajo, no?— te miro con una mirada que a cualquiera paralizaría, pero extrañamente a ti no.

—Si, lo sé, pero he logrado algo que muchos no— al contestarle así lo habías llenado de curiosidad de saber que habías logrado.

—¿Y eso es...?—.

—El que me hayas contestado una pregunta— podías ver en sus ojos la sorpresa, pero su rostro se mantenía neutro-Muy bien, hasta aquí nuestro encuentro-te estabas a punto de ir cuando el contrario dice unas palabras.

—Oiga, Doc., ¿la volveré a ver, o se rendirá como todos los demás?—preguntó ocultando su tristeza, la cual tú decidiste ignorar por su bien.

—Pues claro, si este es mi trabajo— te volviste a girar con una sonrisa.

Luego de ese momento te dirigiste a tu casa, ahora mismo estás tratando de dormir, pero en eso suena tu teléfono de mala gana, contestaste.

—¿Si? ¿Quién es?—silencio fue lo único que hubo creíste que era una de esas bromas telefónicas, así que colgaste y trataste de volver a dormir, pero sonó otra vez y era el mismo número.

—Oye, si es una broma telefónica te denun-— una voz muy familiar escuchaste, era la de William.

—Por favor no cortes—te quedaste helada, la razón es porque no se les permite hacer a los pacientes llamadas.

—¿Q-que es lo que quieres William?—hubo algo de silencio, pero no duró demasiado.

—Estoy afuera de tu casa, ¿podrías abrir la puerta?—estas congelada nunca pensaste que llegaría este punto con algún paciente, estás tan sumergida en tus pensamientos que te despertaste gracias al toque de la puerta.

Te diriges a la puerta para abrirla, pero en eso se abre sola, dejando ver al hombre que está obsesionado contigo.

Empiezas a retroceder y él a acercarse, pero antes cerró la puerta y la bloqueo, luego de eso tú corriste por la casa siendo perseguida por él.

Luego de muco correr él te alcanzo y te ato de pies a cabeza, luego de eso se empezó a quitar la ropa hasta quedar con solo su ropa interior.

—No sabes como me encantas, aunque nos hayamos conocido unas horas me tienes completamente a tus pies—arrancó un poco de tus prendas-el día de hoy te voy a demostrar todo mi amor de una manera muy particular-.

No dejo que hablaras y te beso rápidamente, es un beso fogoso y muy apasionado, demasiado para que le pudieras seguir el ritmo aunque quisieras.

Ya estabas desnuda, muy sumisa para él y para ti era más como una violación, también no puedes hacer mucho sabiendo lo que sufre tu paciente, puede ser muy peligroso el enfrentarlo.

Él seguía dándote embestidas muy fuertes que te corriste unas 7 veces, pero él todavía no estaba satisfecho, eras las 9:00 de la mañana y no paraba, no le importaba nada, incluso puede que los vecinos llamen a la policía por tanto ruido.

—P-por favor detente...~—tratabas de convencerlo de que lo que estaba haciendo está mal, pero él hacía de oídos sordos y cuando sé lo pedias te daba embestidas mucho más fuertes.

—Solo...~un poco más...~—Te empezó a embestir mucho más fuerte, tanto que en medio tuviste otro orgasmo.

Y finalmente llegó el tan deseado orgasmo de ambas partes, pero aunque haya llegado el orgasmo, él no te desato, se quedó observándote mientras recuperaba el aliento.

—Ni se te ocurra pedirme el que te desate porque terminará muy mal—decidiste quedarte callada con algunas lágrimas en los ojos.

Wιʅʅιαɱ × Tυ ₍ₒₙₑ₋ₛₕₒₜₛ₎ [lemon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora