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Una vez la puerta fue abierta, pudo ver a Chuuya

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Una vez la puerta fue abierta, pudo ver a Chuuya. Después de tocar la puerta varias veces, le abrió con una cara de pocos amigos, un cucharon en la mano y ropa casual. De casa.

Consistía en su cabello completamente suelto, húmedo. Empapando levemente el cuello de su camisa de mangas largas color azul marino, la parte inferior de un chándal flojo de color negro; bastante largo. Tapaba casi completamente sus pies. Ambas prendas cómodas de algodón.

Su expresión denotaba ahora sorpresa; eran las seis y pronto las siete, un poco entrada la noche para visitas.

Ambos se habían despedido una hora y media atrás, Dazai simplemente desapareció como todos los días desde que iniciaron la investigación, el pelirrojo esperaba verlo hasta el día siguiente.

Le gruño, dejo la puerta abierta, murmuro un "pasa" y que los perros estaban en su habitación.

— ¿Qué demonios quieres? — Volvió a entrar en la cocina, empezando a moverse en el lugar con destreza, agregando cosas a una olla pequeña en la estufa.

— ¿Sabes algo que me encanta de ti, Chuuya? — Cuestiono con una sonrisa, el mencionado volteo a verlo con una ceja alzada.— Tus bienvenidas, siempre son tan cálidas. —Ironizo, sentándose en la misma silla que uso en la mañana.

— Si no te gustan, vete al diablo. Nunca avisas cuando vienes. Yo al menos tuve una excusa el otro día. — Rodo los ojos, escucho la risa de Osamu detrás de él.

Algo en su vientre se removió.

— ¿Que preparas? —Inquirió, calmo

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— ¿Que preparas? —Inquirió, calmo. Jugando con una manzana que tenía el pelirrojo en un frutero.

— Algo que no te interesa porque no comerás de ello. —Sentencio, el ánimo del castaño cambio radicalmente para empezar a molestarlo, exigiendo comida.

— Chuuuuuuyah, tengo hambre. — Pidió, Chuuya le quito la manzana y la puso en su lugar.

— No. Dijiste eso en la tarde y me hiciste pagarte la comida, vete a la mierda. — volvió a darse la vuelta y remover el contenido de la olla, entonces Dazai reparo en la música suave que se escuchaba de fondo.

Cuando sea amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora