IM NAYEON

"Aparta tus celos"

Debo admitir que mi linda conejo es una completa celosa. No puedo hablar con ninguna chica que ella no conozca si me encuentro a su lado.

Flashback

Estábamos comprando unas cosas en el centro comercial.

- Vamos a pagar, ya tenemos todo - afirme dispuesta a lo dicho.

- Estaba bien, gracias por comprar me esto - Sonrió y señaló el peluche de conejo que le había comprado.

- No hay de que mi vida - Fuimos donde la cajera.

- Buenas tardes señorita - Saludo recibiendo todas las compras

- Buenas tardes, pagaré con tarjeta - Le devolví el saludo.

- Esta bien, veo que realizó varias compras, ¿son para su pareja? - Pregunto estableciendo una conversación.

- Si, adivinaste. Todo es para mi novia - Respondí

- En total serian... 170.000 wones - Asentí y le pase mi tarjeta con una sonrisa.

- Gracias - La recibio. - Pon tu contraseña linda - Me paso el datafono y puse mi contraseña de cuenta.

- listo - le devolví el aparato y en poco tiempo ya estaba afuera de la tienda.

- Mmm...¿Linda? - Tosió falsamente.

- Vamos Nayeon, solo era amable - Me queje.

- Amable, te coqueteaba T/n - Hizo un puchero.

- Pues...¿y eso que? Acaso te soy infiel - Mis palabras fueron duras, acepto que me pase, ella se puso roja de la ira y se alejo corriendo, dejándome con muchas bolsas en la mano. -¡Amor! - Grite para luego seguirlo el paso.

- Déjame - Siguió corriendo hasta que perdí su rastro.

- Mierda - maldije y agarre mi teléfono para marcarle,no obtuve respuesta.

Me dispuse a enviarle un mensaje.

Coneja, vuelve por favor.
No fue mi intención, lo lamento.
Te amo~

Vi que leyó mi mensaje pero no respondió así que insistí.

No me dejes así,
Solo "Aparta tus celos"
Necesito que confíes en mi.

Nayeon respondió con un simple "Ok" y luego escribió " Te veo a la salida del centro comercial"

Llegue con góticas de sudor en mi frente, cansada y con los brazos dormidos.

- Lo siento Nayeon - Dije con mis manos sobre mis piernas.

- No, perdóname tu a mi...Debo dejar mis celos a un lado, lo siento - Empezó a llorar y eso me derritió el corazón.

- No llores, vamos a casa, ¿te parece? - Pregunte secando sus lindas mejillas

Nayeon asintió y fuimos al estacionamiento buscando nuestro auto, cuando lo encontramos, subimos en el y nos dirigimos a casa.